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Un robo a una parrilla terminó con una persecución a los tiros | ||
Siete delincuentes asaltaron el local en Huergo. El dueño los persiguió. | ||
INGENIERO HUERGO (AVR).- El robo a una parrilla ubicada a la vera de la Ruta 22 en esta localidad, terminó con una persecución a tiros de los ladrones por parte del propietario del local, al cual le sustrajeron 1.700 pesos en efectivo. Al momento del asalto, en el local había unas 20 personas, que al sentir los disparos se refugiaron en los baños, aunque el atraco ocurrió en la zona exterior. El robo fue llevado adelante por un grupo de siete personas, de los cuales uno portaba un revólver, con el cual golpeó, amenazó y realizó varios disparos al aire mientras encañonaba al dueño del local, quien no opuso resistencia. Sin embargo cuando los delincuentes huían, éste sacó un revólver que tenía dentro del negocio, y los persiguió por cerca de 200 metros, mientras realizó varios disparos. Pese a que hubo más de 15 tiros, ninguna persona resultó herida, en tanto ayer se trataba de establecer la identidad de los delincuentes que, según las primeras hipótesis, serían un grupo de menores que reside en el barrio El Porvenir de esta localidad. Dos personas fueron demoradas y, en tanto, un tercero fue entregado a la policía por su padre, aunque posteriormente fueron puestos en libertad por tratarse de menores. Todo comenzó alrededor de las 1.10 de ayer en la parrilla El Camionero ubicada sobre la ruta 22 en la intersección con la calle Santos Bello en el acceso oeste de Ingeniero Huergo. En ese momento Luis Lobato, propietario del local, se encontraba en la parte exterior del negocio junto a la parrilla, cuando los siete jóvenes con sus rostros semicubiertos, y uno de ellos que llevaba un revólver se le aproximó y mientras lo apuntaba le dijo: "esto es un asalto". Lobato indicó que "pensé que se trataba de una broma, pero me pegó con la culata en la cara, y después puso el arma al lado de mi cabeza y disparó al aire" comentó. Pese a la situación señaló que "no perdí la calma en ese momento y no hice nada, hizo otros disparos, le entregué lo que tenía de dinero y salieron corriendo". Indicó que ingresó al sector de la cocina y de allí extrajo un revólver con el cual comenzó a disparar a los delincuentes, quienes iban unos 60 metros más adelante. "Los corrí hasta la escuela especial -ubicada a casi 300 metros- y después los perdí", comentó Lobato. Las detonaciones provocaron pánico entre los parroquianos, quienes se refugiaron en los baños del local, mientras alertaban a través sus teléfonos celulares a la policía. "En el local había un policía de civil que está en Roca, y saltó por la ventana y también los corrió, pero no pudimos alcanzarlos", señaló el dueño. Según se informó desde la comisaría 16, tras el asalto dos menores fueron demorados, y un tercero fue entregado por su padre. | ||
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