Domingo 16 de Marzo de 2008 Edicion impresa pag. 43 > Cultura y Espectaculos
PAPARAZZIS: Mujeres, ese oscuro objetivo del foco
La doble moral de la prensa sensacionalista apunta siempre y más duro contra las estrellas femeninas. Lo que en ellas es defecto, en ellos no se ve.

Lisa Marie Presley estaba harta. Ya no quería aguantar “las historias ofensivas y denigrantes, las fotos y los artículos terriblemente manipulados” y decidió salir a la ofensiva. A fin de la semana pasada, la cantante reveló el motivo de su aumento de peso: espera a su tercer hijo.

Antes, los paparazzi habían fotografiado su panza ligeramente abultada y la prensa amarilla había especulado sobre la hija de 40 años de Elvis Presley. Se decía que estaba gorda, como su padre porque comía demasiados dulces, como el “rey del rock and roll”. En su blog en MySpace, Presley se enojó. Y describió a la prensa sensacionalista como “una manada de coyotes que acorrala a su presa y aúlla de alegría por el mal ajeno”.

Del otro lado, John Travolta y Jack Nicholson lo tienen más fácil con el perímetro creciente de sus barrigas.
 “No hay duda. Las mujeres son tratadas de forma más dura, menos sensible, mucho más denigrante”, se quejó el agente de prensa Ken Sunshine hace poco en el “New York Times” sobre la doble moral de Hollywood.

“Represento a algunos hombres guapos y me enojo todo el tiempo por cómo los trata la prensa. Pero es claramente más difícil para mis clientas femeninas”, aseguró Sunshine, que entre otros representa a Ben Affleck y Barbra Streisand.

Hay ejemplos de sobra. Paris Hilton tuvo que abrirse paso entre decenas de fotógrafos y camarógrafos el año pasado tras 23 días en prisión por conducir bajo los efectos del alcohol. Cientos de paparazzi habían rodeado la cárcel.

Cuando Kiefer Sutherland salió en libertad en enero tras 48 días, el protagonista de la serie “24” pudo irse tranquilamente a su casa. Su liberación apenas fue registrada por los medios estadounidenses.

Tras la muerte del actor Heath Ledger, dos cadenas televisivas estadounidenses decidieron no emitir un video que mostraba al actor en una fiesta con drogas.  Por “consideración” a la familia de Ledger se optó por no difundir las imágenes, comunicaron “Entertainment Tonight” y “The Insider” en febrero. Amigos famosos del australiano habían hecho llegar sus quejas a las cadenas.

La cantante británica Amy Winehouse no tuvo el mismo tratamiento. Un diario sensacionalista difundió en enero un video que la muestra en una fiesta consumiendo lo que evidentemente parece crack. Las imágenes dieron la vuelta al mundo rápidamente.

 

Doble moral

También la agente de Hollywood Liz Rosenberg, que entre sus clientes cuenta a Madonna, se queja del trato diferente a las mujeres famosas y a sus colegas masculinos.  “¿Acaso están (los paparazzi) detrás de Owen Wilson por la mañana, la tarde y la noche?”, se preguntó en declaraciones al “Times”. Tras un intento de suicidio en agosto pasado, el actor fue tratado con una consideración con la que la cantante Britney Spears, actualmente en serios problemas, apenas puede soñar. Cada paso en falso de la cantante de 26 años, afectada por problemas psíquicos, es seguido desde hace meses minuciosamente por la prensa. Una caravana de fotógrafos la sigue a todas partes.

La doble moral en la cobertura de los famosos está a la orden del día, asegura la experta Cherrie Kerr. “Las mujeres deben ser femeninas y amables y no crear problemas. Los hombres, en cambio, pueden beber y comportarse como vándalos, sin que alguien diga algo”, dijo a “E!Online”.

Los hombres son más “cuidadosos”, las mujeres más “emocionales y abiertas”, si se trata de sus problemas, asegura Roger Friedman, columnista de la cadena conservadora FoxNews. Para Janice Min, editora de la revista “Us Weekly” no se trata de sexismo, sino de simple estadística. Las historias sobre mujeres interesan más a las lectoras femeninas.

“Las mujeres en realidad no quieren leer sobre los hombres, salvo desde el punto de vista de otra mujer: una boda, un bebé o una separación”, comentó Min al “Times”. 

El astro de Hollywood Colin Farrell sabe perfectamente cómo es esto de los paparazzi. El actor irlandés, que antes ocupaba bastante espacio en los tabloides con sus excesos alcohólicos y sus romances, se quejó hace poco en una fiesta: “Si me agarran en algún lugar, no tienen piedad”. Sin embargo, Farrell admite que como hombre siempre sale mucho mejor parado que sus colegas mujeres.

(DPA)

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