LAS GRUTAS (Especial).- En silencio. Concentrados. Si hasta parecen percibir el momento en el que el aire quieto del amanecer, en ese paisaje vasto que despejó la marea, empieza a abrirse en dos. Justo cuando el gancho, el único instrumento permitido en la faena, sale del charco envuelto en tentáculos. Cuando los pulpos se amontonan en el balde y la tarea empieza a cumplirse.
Estamos en Fuerte Argentino, a 40 km de Las Grutas, y las espaldas curvadas de los pulperos, multiplicándose en medio del imponente mar, parecen poder soportar las dos inmensas tareas: atesorar la sabiduría de una actividad tan valiosa como rudimentaria, no ya por el movimiento comercial que motoriza, sino por su innegable valor histórico. Y también contar. Transmitir.
Justamente para evitar que esta actividad -que posee códigos, técnicas y jerarquías que todavía se mantienen inalterables pese al tiempo transcurrido- termine perdida en el olvido, una nueva propuesta busca revalorizar el rol y la tarea de estos trabajadores costeros, actuando como nexo entre los saberes que encierra el ejercicio de su faena y las múltiples opciones económicas y recreativas que fomenta el turismo experiencia.
La iniciativa fue de la Fundación Vida Silvestre Argentina, que junto a una reconocida empresa de turismo de Las Grutas y el respaldo científico del Instituto de Biología Marina y Pesquera Almirante Storni (IBMPAS) desarrolló una actividad recreativa denominada 'pulpero por un día', que invita a un reducido grupo de turistas a compartir junto con un recolector que oficiará de guía un recorrido didáctico por el sector costero en el que día a día desempeñan su labor. La idea es que todos puedan conocer los secretos de uno de los oficios más representativos de la zona.
"Puede parecer una oferta turística más, pero este paseo recientemente inaugurado es el primer paso hacia un nuevo modo de pensar y hacer turismo en el Golfo San Matías. Los principios de la actividad se basan en el desarrollo responsable del turismo y resulta una alternativa original para favorecer la sustentabilidad de esta pesquería artesanal tradicional en la región y rescatar la sabiduría de generaciones", explicó la licenciada Florencia Leimone, coordinadora de comunicaciones del programa marino de la 'Fundación vida silvestre argentina'.
Agregó que "lo que esta excursión se propone es favorecer la conservación del hábitat y del paisaje de las zonas costeras a través de la información brindada a los turistas, la reducción del impacto sociocultural y ambiental generada por el turismo masivo en comunidades autóctonas y poner en valor del oficio del pulpero, tanto económica como socioculturalmente".
La excursión inaugural se realizó el día 5 de marzo, en el marco de un evento del que participaron representantes de distintos sectores que apoyan la iniciativa. "La actividad comenzó en la sede de la agencia que actualmente desarrolla el paseo, en la que fuimos recibidos por un guía turístico especializado que acompañó al grupo que integramos a la zona de "pulpeo" ubicada en el Fuerte Argentino. Allí, un pescador artesanal nos ayudó a descubrir los secretos de la vida en este particular recinto marino, aprendiendo a detectar a los pulpitos en su hábitat para lograr capturarlos con los finos ganchos de 40 cm, enseñándonos a concretar las capturas en un clima de respeto hacia la especie y su ambiente, para así contribuir a su cuidado y conservación, que actualmente enfrenta amenazas como la pérdida de su hábitat por la contaminación, la expansión urbana y la remoción de piedras en la restinga por parte de los turistas", detalló Florencia a este medio.
"Aunque la parte más celebrada del paseo -prosiguió- fue el almuerzo final, ese momento en el que los "pulperos por un día" descubrimos los sabores de nuestro trabajo degustando una picada de mariscos a la orilla del mar, elaborada con productos desarrollados en fábricas habilitadas de conservas artesanales de Las Grutas y San Antonio".
