ROCA (AR).- Una situación muy tensa se vivió durante toda la tarde de ayer frente a la sede de la frutícola Salentein, en Guerrico, luego de la llegada del grupo especial BORA a una protesta que desde los últimos días montó un grupo de trabajadores.
Al cierre de este despacho el panorama era preocupante tanto para los manifestantes como para representantes del Sindicato de la Fruta, que se presentaron en el lugar al igual que referentes del Observatorio de Derechos Humanos. Se temía un intento de desalojo de los trabajadores que impedían el paso de los camiones con fruta.
El reclamo es por sumas adeudas de salarios anteriores, potenciado por la última noticia dada a conocer ayer sobre la suspensión de unos 400 trabajadores, señaló Rubén López, titular del gremio.
Si bien hasta la jornada de ayer la protesta se desarrollaba en un clima pacífico, la falta de acuerdo con los em
pleadores sobre los supuestos pasivos reclamados derivó en la intervención de efectivos policiales. Personal de las comisarías de Allen y más de una veintena de uniformados del BORA se apostaron en el lugar. El operativo fue comandado por la jefatura de la Regional II.
Esto generó mucha tensión y por eso, durante las primeras horas de la tarde también se hizo presente en el lugar el juez Rubén Norry, luego de una presentación hecha por los empresarios para que se garantice su derecho a sacar su producción de la planta.
El número de manifestantes se fue engrosando con el correr de las horas y al filo de las 18 ya superaban ampliamente los 300 trabajadores. Se mantenían apostados frente al ingreso principal quemando gomas, aunque los bomberos luego apagaron el fuego.
López informó que los abogados del gremio presentaron además un recurso de amparo para impedir acciones que pudieran desatar un mayor conflicto. "Los trabajadores están reclamando lo que es justo", señaló el sindicalista.