NEUQUÉN (AN).- Ayer, en un operativo de rutina del departamento de toxicomanía de la policía de Neuquén, un perro labrador que con un historial exitoso en la detección de estupefacientes, fue fundamental para la detección de más de medio kilo de cocaína.
La policía detuvo a un hombre de 38 años del que no se informó el nombre, pero en su historial tenía un pedido de captura emitido en el 2004 por la Cámara Criminal 1 de Neuquén bajo la figura de "asociación ilícita". El sujeto fue incomunicado en las dependencias del toxicomanía de la policía, ya que se investigaba también su participación en un intento de asalto a un banco que, en 1994, derivó en la muerte de un efectivo de las fuerzas provinciales.
El operativo comenzó a las 15 sobre la Ruta 22, pero el hecho se produjo recién a las 17. Según informó el comisario inspector Antonio Andrada, a cargo de la división especializada de la policía
neuquina, el papel de Bando, el perro adiestrado con el que cuenta el departamento, fue determinante. Es que, una vez detenida la Peugeot Partner en la que se trasladaba una pareja desde Cipolletti a Neuquén, Bando olfateó y "marcó" el asiento del conductor. El hombre, relató Andrada, estaba visiblemente nervioso e intentó huir. Luego de ser reducido, con su olfato aguzado el labrador fue directo a los genitales del detenido, donde escondía 550 gramos de cocaína, fraccionados en 53 tizas y con un valor equivalente a 10.000 pesos.
En lo que va del verano, es la segunda intervención de este tipo de Bando. En enero, con un procedimiento similar y en el marco de los operativos ordenados por el juzgado federal a cargo de Guillermo Labate, gracias al can se secuestró medio kilo de cocaína a una pareja que se dirigía a Villa La Angostura. En aquella oportunidad, los implicados fueron detenidos en un operativo similar, pero que se realizó sobre la ruta 7.
La identidad del hombre se resguardó debido a que, al cierre de esta edición, se realizaban allanamientos en distintas viviendas de Cipolletti. Además, se investigaba su participación en un intento de robo a la sucursal neuquina del Banco Río. Fue en 1994, y si bien se frustró el robo al camión de caudales que retiraba dinero de la sucursal, fue asesinado un policía, de apellido González y que se desempeñaba en los bomberos.
