Es el clásico más importante del fútbol argentino, pero no por eso ha perdido atracción, sino todo lo contrario.
En un Monumental que seguramente lucirá a pleno, River y Racing, con presentes totalmente opuestos, volverán a medir fuerzas en uno de los últimos partidos de la sexta fecha.
Los "Millonarios" -que aún tienen un partido sin terminar frente a San Martín de San Juan- quieren aprovechar el envión de la Libertadores para seguir trepando en el torneo local, mientras que para los de Avellaneda un nuevo tropiezo podría significar ingresar en zona de Promoción.
El técnico de River, Diego Simeone, todavía no dio indicios sobre los once que saldrán a la cancha, por lo cual, la formación es una incógnita. Pero se estima que habrá rotación respecto de los que el miércoles vencieron a Universidad Católica en Chile.
Enfrente, Racing llega cargado con un sinfín de inconvenientes, pero en especial por la falta de eficacia y buen juego, que lo tiene sumido en el fondo de la tabla de posiciones y bordeando de la zona de Promoción.
El entrenador Miguel Micó presentará el clásico esquema 4-4-2, con la vuelta del delantero Facundo Sava, tras cumplir la fecha de suspensión, y una gran cantidad de mediocampistas de marca en la zona media.
A pesar del mal momento del equipos, los hinchas de Racing no dejan de alentar a su equipo y agotaron las 7.000 entradas populares puestas a la venta para ellos, aunque se estima muchos estarán en las plateas.
Otro condimento extra que hará más especial el duelo de dos de los más grandes es la presencia de Simeone frente al club del cual se declaró fanático y al que dirigió en el Clausura de 2007 para luego irse a Estudiantes y salir campeón en el torneo siguiente.