LOS ÁNGELES (AFP).- Nada es capaz de salvar un mal guión, ni siquiera el talento de un actor, según la actriz británica Vanessa Redgrave, que a los 71 años, afirma que sigue escogiendo papeles con particular cuidado.
"Aprendí de mis padres, que ambos eran actores, el valor de una historia bien contada. Ningún actor tiene talento suficiente para salvar un guión o una pieza teatral mal escrita", explicó a la AFP la actriz que se alzó con el Oscar en 1978 por su protagónico en "Julia", un drama ambientado en la Alemania nazi.
"Si existe un consejo de carrera que intenté transmitir a mis hijas, fue ese", dijo al referirse a sus herederas Joely y Natasha Richardson.
"Yo agradezco que mi hermana (la actriz Lynn) y mi hermano (el actor Corin) me hayan recordado mis aspiraciones artísticas del pasado cuando yo pensaba en aceptar un papel simplemente para poder pagar mis cuentas", recordó la actriz durante la promoción de la película para televisión "The Shell Seekers".
La veterana y combativa Redgrave volverá a la pantalla chica por el canal de cable estadounidense Hallmark Channel, metida en la piel de una mujer que tras sufrir un infarto decide emprender un viaje por los lugares que marcaron su vida.
Hoy en día Vanessa Redgrave es el miembro más conocido de la dinastía de actores de la que proviene: su padre Michael Redgrave también fue nominado al Oscar en 1948, mientras que su madre fue la
actriz Rachel Kempson. Su primer esposo, ya fallecido, el director Tony Richardson, ganó dos Oscar en 1964 por "Tom Jones", cinta en la que participaron las dos hijas de la pareja, Joely y Natasha, esta última casada con el actor Liam Neeson desde 1994.
Sobre el papel que desempeñará en la película para la pantalla chica "The Shell Seekers", a estrenarse en mayo próximo, Redgrave dijo: "Siempre me atrajeron los guiones que contaban algo sobre la sociedad de una época histórica. Lo que no significa que no me guste actuar en películas de acción como 'Misión Imposible' (1996) donde tenía que provocar a Tom Cruise", contó.
Además de "Julia", la carrera de Vanessa Redgave estuvo marcada por cinco nominaciones a los Oscar entre 1967 ("Morgan") y 1993 ("Howard's end"). Entre aquellos personajes que marcaron su carrera de 50 años figuró en "Blow-up" (1966) de Michelangelo Antonioni, "Camelot" (1967) o "Isadora".
Su versatilidad sirvió para que prestara su arte tanto para "Crimen en el Expreso de Oriente", la adaptación del libro de Agatha Christie dirigido por Sidney Lumet en 1975, así como haciendo de médico en la serie estadounidense "Nip/Tuck".