El secretario de Vélez Sársfield, Julio Baldomar Dianti, insistió hoy que "no hay voluntad política de resolver" la violencia en el fútbol, tras el homicidio del hincha Emanuel Alvarez, de 21 años, antes del partido con San Lorenzo por la sexta fecha del torneo Clausura.
El dirigente se quejó de que "nadie se hace responsable de estas cosas que pasan", pero morigeró sus dichos de ayer, cuando reclamó un paso al costado del jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y del subsecretario de Seguridad en los Espectáculos Futbolísticos, Javier Castrilli.
"Yo no puedo pedir la cabeza de nadie. No pido directamente la cabeza de Javier Castrilli", aclaró, aunque exigió que "mínimamente que nos den una respuesta de lo que pasó". Sobre el ex árbitro, cuestionó que "nos está pidiendo constantemente cosas y no nos da ningún tipo de respuesta". "Nos pide seguridad, nos impone la cantidad de seguridad que tiene que haber", se quejó en contacto con Radio 10.
Agregó que "hace muchos años que estoy en esto, y lo que yo veo es que no hay realmente una voluntad política de resolver esto", al argumentar que "todo el mundo sabe cómo se puede solucionar" el problema de la violencia en el fútbol.
El dirigente indicó que "terminé devastado y sigo sin poder recuperarme" por el hecho, tras remarcar que Alvarez era "hijo único" y su padre le había dicho que fuese a la cancha de San Lorenzo en los micros puestos a disposición por el club "porque era más seguro".
Alvarez, socio de Vélez, recibió un balazo en el tórax antes del encuentro ante San Lorenzo, a unas 20 cuadras del estadio, frente al polideportivo de Huracán conocido como "La Quemita". El partido se suspendió tras la violenta reacción de los aficionados del "Fortín", que rompieron los alambrados ubicados en la tribuna que daba al arco custodiado por Agustín Orion.
DyN