Sábado 15 de Marzo de 2008 Edicion impresa pag. 24 y 25 > Internacionales
Puja de conservadores, con reformistas "vetados"

TEHERÁN (DPA).- Tras varias prolongaciones del horario de apertura de los locales electorales, hoy por la noche finalizaron en Irán las elecciones parlamentarias. Los locales electorales cerraron a las 23 (19:30 GMT), tras 15 horas. Más de 43 millones de personas estaban convocadas para emitir su voto.

Las elecciones se celebraron en medio del creciente descontento de la población por la situación económica del país, con aumentos de precios de hasta 30%, y son vistas también como una importante prueba para el presidente Mahmoud Ahmadinejad, elegido hace dos años y medio. No se esperan hasta mañana al mediodía los primeros resultados. Y se estima que los resultados de Teherán, de mayor relevancia política, se conocerán recién el lunes. Los resultados finales se aguardan para el martes.

En el 2004, sólo el 51,2% de los electores participaron en las legislativas, la tasa más baja desde la Revolución de 1979, por lo que las autoridades habían insistido en los últimos días en la necesidad de una participación masiva en unas elecciones que los reformistas parecen haber perdido de antemano. "Cada papeleta introducida en la urna es un golpe decisivo asestado al enemigo", repetía incansablemente la televisión estatal antes de la apertura de los aproximadamente 45.000 colegios electorales.

El Guía Supremo, el ayatollah Ali Jamenei, dio ejemplo unos minutos más tarde. Refiriéndose a "un momento determinante para el futuro de la nación", la más alta autoridad del Estado instó a sus conciudadanos a "cumplir con este gran deber por la mañana y no esperar a más tarde". Alrededor de 44 millones de votantes estaban llamados a elegir a los 290 diputados del nuevo Majlis, tras una corta y apagada campaña en la que los candidatos incluso tenían prohibido pegar carteles.

Un dirigente de la corriente reformista, el ex presidente del parlamento Mehdi Karrubi, dio cuenta de "algunas irregularidades" que le comunicaron sus colaboradores y de las que informó al ministerio de Interior. Al igual que en el 2004, los órganos de supervisión electoral, dominados por los conservadores, vetaron a más de 2.000 candidatos potenciales, entre los que figuraban muchos reformistas. Algo más de 4.500 candidatos se presentan a estos comicios, en los que los reformistas dan por sentada su derrota como consecuencia de los vetos.

El papel del parlamento es secundario, comparado con el del presidente e incluso más respecto al guía supremo, la principal autoridad del Estado. El Consejo de los Guardianes de la Constitución puede vetar leyes adoptadas por el Majlis.

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