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Los seres marginales de Samanta Schweblin | ||
La argentina ganó el premio Casa de las Américas | ||
(Télam) Personajes marginales, solitarios, desesperados, narrados en un lenguaje conciso con fuerte impronta visual, pueblan los cuentos de Samanta Schweblin, quien acaba de obtener el Premio Casa de las Américas de Cuba con su libro "La furia de las pestes". "Es un orgullo. Algunos de los escritores que admiro y que han guiado de algún modo mi trabajo fueron distinguidos con este premio o participaron como jurados; eso le suma un plus particular a la alegría de haberlo recibido". Lo cierto es que destaca la precocidad de Schweblin, que nació en Buenos Aires, en 1978,y ya fue premiada en el 2001 por el Fondo Nacional de las Artes por su libro de cuentos "El núcleo del disturbio" Samanta confiesa entre sus influencias "una amalgama europea, arbitraria y despareja: Boris Vian, Buzzati, Bufalino, Bekett y Kafka". Habla también de una segunda gran influencia norteamericana - Faulkner, Hemingway, O'Connor, Highsmith, Carver, Cheever, Salinger-, antes de señalar a autores de América latina que la "impresionaron": Rulfo, Di Benedetto, Quiroga y Bioy Casares . En las historias se mueven seres que han perdido un lenguaje común, un código; a partir de lo cual, cada gesto puede dar paso a un malentendido: "Son personajes solitarios y malinterpretados. Mis personajes son seres pacíficos, hasta que alguien -una situación, otro personaje, la misma historia-, dispara en ellos toda la furia contenida", cuenta la joven y talentosa narradora. En sus relatos lo inesperado también va de la mano del road movie: "Me interesan las posibilidades de la ruta. Sobre todo la idea de la ruta pampeana, con sus kilómetros de oscuridad a cada lado del camino. Una parada siempre es la llegada a un lugar nuevo del que no se sabe prácticamente nada. Y una partida es siempre un camino hacia la oscuridad, sin la certeza de que el regreso será una opción posible". | ||
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