SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- La cooperativa "De la montaña" inauguró ayer sus instalaciones para elaborar dulces y conservas, en lo que representa el primer logro de la "incubadora" de emprendimientos productivos creada con fondos nacionales y municipales. La pequeña fábrica le brindará inserción laboral a diez personas, que atravesaron un largo proceso de selección y capacitación. Los técnicos municipales explicaron que la "incubadora" tendrá continuidad a futuro con otros proyectos similares. La cooperativa está en condiciones de producir hasta 150 kilos diarios de dulces de mosqueta, frambuesa, frutilla y sauco, con habilitación bromatológica para vender a todo el país.
También cuenta similar permiso para comercializar productos agridulces como chutney y ketchup. Una de las mujeres que integra la microempresa explicó que hasta ahora -como lo hace mucha gente en la región- se dedicaban ya a elaborar dulces de manera artesanal. Para ellas representa un gran avance contar con instalaciones azulejadas, mesadas apropiadas y toda la maquinaria para acceder a un rango mayor de comercialización.
El intendente a cargo, Darío Barriga, dijo que la puesta en marcha de la cooperativa representa "una gran expectativa para el futuro de estas diez familias" y destacó "la prolijidad y la seriedad con las que se está llevando a cabo el emprendimiento".
La compra del equipamiento fue afrontada con un subsidio de 40 mil pesos que aportó la secretaría nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva. Barriga dijo que el municipio invirtió como contraparte otros 120 mil entre el alquiler del inmueble, compra de materiales y sueldos del personal que realiza el asesoramiento.
Sin embargo, el intendente quiso dejar en claro que "lo único importante no es la plata sino también la capacitación" que ofrece el mu
nicipio para garantizar el éxito del emprendimiento. El subsecretario municipal de Desarrollo Económico, Felipe Sutija, dijo que "será muy importante" el seguimiento del proyecto. Explicó que, tanto en la fase inicial como en su desarrollo de ahora en más, la cooperativa dependerá no sólo de la habilidad para elaborar dulces de calidad sino también para venderlos y distribuirlos con eficacia. Justamente en esto último han fracasado muchos emprendimientos similares surgidos con fomento del Estado.
Una experiencia piloto
Otro de los funcionarios indicó que la cooperativa "De la montaña" es de algún modo una experiencia piloto y la modalidad de trabajo en "incubadora" apunta a que sus miembros "en tres años puedan independizarse" para que la misma estructura sirva a la conformación de otra microempresa similar.
Mientras los emprendedores exhibían sus productos, uno de ellos explicó que se trata de dulces naturales, sin aditivos ni conservantes, y que ya tienen como cliente una panadería local, con la posibilidad de abrir una futura boca de venta permanente e iniciar contactos para el envío de productos fuera de Bariloche.