Viernes 14 de Marzo de 2008 Edicion impresa pag. 28 > Policiales y Judiciales
Caso Zerdán: otro revés a la coartada de su pareja
Otro mecánico dijo que el auto se lo entregaron tarde. El imputado había dicho que estaba en Roca con su 405.

CIPOLLETTI (AC).- Un empleado del taller mecánico también trastocó la coartada de Juan Carlos Aguirre. Víctor Salerno aseguró que el 17 de setiembre de 1999, día del crimen, le entregaron el Peugeot 405 a "última hora" al imputado. Cree que esto ocurrió más cerca de las 20.30, horario en que el procesado declaró haber estado en Roca con el vehículo.

En la audiencia del 20 de febrero el dueño del taller había dicho algo muy parecido, estableciendo la entrega del automóvil alrededor de las 20. Estos testimonios chocan con los horarios de quienes dijeron haber estado con el imputado: desde la amante hasta un jefe policial. En su indagatoria, Aguirre afirmó que el auto se lo entregaron "a las 18.30".

Ayer se concretó una jornada más del juicio contra Juan Carlos y Juan Manuel Aguirre, los dos procesados por el homicidio de la bioquímica Ana Zerdán. Declararon cuatro testigos, dos faltaron y las partes desistieron de un séptimo.

El relato más extenso fue el que brindó una amiga íntima de la víctima, Susana Grisanti. Como ha sucedido con otras personas cercanas a Zerdán, la testigo aportó detalles que no había brindado en la etapa de instrucción, especialmente vinculados a la relación de Ana con su pareja Juan Carlos Aguirre.

Esto generó una vez más críticas de parte de la defensa de los imputados. "¿Por qué no lo declaró antes?", le cuestionó el abogado Jorge Larrea.

Grisanti justificó que en la primera declaración estaba "en estado de shock" por lo sucedido y que luego fue a brindarle un dato puntual al juez Juan Torres, que instruía la causa. "Lo que yo digo es la verdad", le remarcó la testigo en dos ocasiones ante los cuestionamientos.

Grisanti, como lo han hecho otros testigos, mostró dos caras de la relación de Zerdán con Juan Carlos Aguirre. Por un lado, lo que se veía: que "él la trataba bien, normal; excesivamente normal. Era como muy melosa la relación". Por otro, lo que Ana le contaba: "en una ocasión me dijo que se quería separar de Juan".

"Tengo algunos asuntos que arreglar con él", dice Grisanti que le mencionó la víctima. También dijo que Zerdán le comentó que "Juan quería que pusiera sus cosas a nombre de Juan Manuel y que ella no quería. Quería dejarle todo a una sobrina".

La testigo le aportó al fiscal Ricardo Maggi un dato que siempre consulta a los allegados a la víctima: si Zerdán acostumbraba a avisar cuando decidía llegar más tarde o quedarse a dormir en otro lugar.

La mujer afirmó que en varias ocasiones Ana iba a visitarlos a la casa que tiene con su familia en el lago y que a veces se quedaba a pasar la noche y no avisaba.

Maggi realiza esta consulta porque Juan Carlos Aguirre manifestó que aquella madrugada del 18 de setiembre se despertó alrededor de las 4.30 y como no encontró a su mujer, salió a buscarla.

Grisanti habló también de la relación de la víctima con Juan Manuel Aguirre. Dijo que su amiga estaba preocupada porque el joven "no trabajaba, no estudiaba, ni tenía límites". Agregó que intentaron relacionarlo con los hijos del grupo de amigos y que los chicos decían "que era muy violento".

También relató que en una ocasión Ana le contó que Juan Manuel le había pegado "una trompada" al padre.

Por otra parte, declaró que tras el crimen, se enteró de que Juan Carlos Aguirre tenía una relación paralela y llevó la novedad ante el grupo de amigos. "Es como que se nos dio vuelta la historia. Empezamos a decir, ¿qué pasa con esto?", recordó.

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