La primera jornada de la protesta de las cuatro entidades que representan al campo tuvo ayer un alto acatamiento. No hubo ingreso de ganado a Liniers y se registraron escasos envíos de granos a los puertos.
Los ruralistas amenazan además con extender el lock-out hasta el miércoles próximo si no hay respuesta del gobierno.
Desde la Rosada consideraron "desmesurado" el paro contra el incremento en las retenciones a la soja y el girasol, al tiempo que desmintieron una renuncia del ministro de Economía Lousteau (ver abajo).
La posición oficial fue presentada por el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, quien defendió la suba de retenciones por entender que en este caso se aplica un "criterio redistributivo" para "garantizar" que las ganancias del sector se compartan con "todos los argentinos".
Fernández dijo sentirse "un poco azorado", "asombrado" e "indignado" por la huelga y les reclamó que admitan que "ganaron mucha plata" y que "el Gobierno los ayudó mucho" no sólo con el gasoil subsidiado sino también con la devaluación.
Las exportaciones agroindustriales son la principal fuente de ingreso de divisas para el gobierno, con más de 50% del total.
La primera jornada del paro se cumplió con escasas operaciones en el circuito granario y falta total de ingreso de ganado a Liniers, con la novedad de la adhesión a la medida de la Federación de Acopiadores.
Con la suma de los acopiadores, los organizadores de la protesta confían en profundizar los alcances de la medida, ya que representan el nexo entre la producción y la comercialización portuaria.
El lock out anunciado por las entidades del campo, que se extenderá hasta hoy inclusive, no comprometió a las producciones perecederas, como lácteos, frutas y verduras y tuvo su mayor efecto en los puertos santafesinos, donde se computaron reducidos envíos de granos.
Un escenario similar se observó en el negocio de granos, donde la operatoria fue mínima.
El vicepresidente de Confederaciones Rurales Argentinas, Néstor Roulet, afirmó que "mañana evaluaremos si hubo alguna reacción desde el Gobierno y, a partir de ese escenario, determinaremos si la protesta continúa hasta el miércoles venidero". Desde la FAA, Eduardo Buzzi sostuvo que "el viernes es un punto de inflexión, quizá hacia mucho más", en alusión a la continuidad o profundización de la protesta y no descartó que "surjan movilizaciones o concentraciones espontáneas durante el día".
La dirigencia del campo, en general, no desestimó que se produzca una apertura del diálogo con las autoridades.
(Redacción Central, DyN)