NEUQUÉN (AN).- A partir de la semana entrante la Policía provincial estará habilitada para labrar todo tipo de actas de infracción de tránsito en la ciudad de Neuquén, de acuerdo con un convenio que firmará la comuna con la cúpula policial. El objetivo del convenio es ordenar el tránsito vehicular de la ciudad, generando mayor conciencia en los conductores y disminuyendo la cantidad de accidentes.
"Estamos terminando la redacción del convenio que la semana entrante va a firmar el intendente Martín Farizano con el Jefe de la Policía provincial, Juan Carlos Lepen", aseguró el secretario de Gobierno del municipio, Mariano Mansilla.
Por medio de este acuerdo los uniformados que se desempeñan en la ciudad pasarán a contar con las mismas atribuciones que de momento poseen los inspectores de tránsito comunales, comúnmente llamados "zorros grises". "La idea es incrementar el control y para eso tenemos que incrementar la cantidad de inspectores y por eso llegamos a esta resolución de sumar a la Policía", indicó Mansilla. El funcionario advirtió que "la Policía muchas veces ve que un conductor está haciendo una infracción de tránsito o que hay un auto mal estacionado y no lo puede multar ya que el trámite para hacerlo es engorroso porque primero tiene que llamar al municipio para que enviemos un inspector y eso demora mucho tiempo".
La puesta en marcha de este convenio permitirá además que los controles vehiculares se extiendan a todos los puntos de la ciudad, ya que debido a la acotada cantidad de inspectores municipales la mayoría de los controles se reducen de momento al área centro. "La idea de este convenio es que la Policía pueda hacer multas desde estacionamiento medido hasta pasar un semáforo en rojo", aseguró Mansilla y enfatizó que "también queremos que todo uniformado pueda ser a la vez inspector aunque según nos han informado desde la Policía eso va a llevar un tiempo porque los efectivos van a tener que tomar un curso de capacitación especial para esto."
A los congestionamiento de tránsito, la ciudad suma los problemas a la hora de identificar a los infractores, tanto por la presencia de vehículos radicados en otras localidades, como por la insuficiente cantidad de notificadores domiciliarios.