Jueves 13 de Marzo de 2008 Edicion impresa pag. 08 > Regionales
La Laboral de Allen pudo empezar el año en edificio propio
Remodelaron las instalaciones y habilitaron los talleres

ROCA (AR).- Tras largos años de funcionar en condiciones precarias y en instalaciones prestadas, la comunidad educativa de la Escuela de Formación Cooperativa y Laboral 3 de Allen inició el ciclo lectivo en un edificio renovado.

"Estamos muy contentos porque ahora podemos trabajar más cómodos y tenemos nuestro espacio propio después de tanto tiempo", manifestó Laura Casatti, directora del establecimiento

Anteriormente, algunos de sus alumnos asistían a clases en aulas que se improvisaron en salas del área de enfermería del hospital allense, que fueron puestas a disposición de la institución en calidad de préstamo.

Ahora, los estudiantes del centro educativo cuentan con un lugar propio, que fue ampliado y completamente reacondicionado; y donde además fueron proyectadas futuras mejoras.

Allí se desarrollan seis talleres de oficios que capacitan a los chicos en distintas disciplinas para facilitar su posterior inserción al mercado laboral.

 

Lo que aprenden

 

Cestería, carpintería, cocina, huerta y jardinería, cerámica y telar son algunas de las habilidades que adquieren los más de 120 alumnos provenientes de la zona urbana y de la rural, quienes optaron por esta modalidad educativa, que ya fue puesta en funcionamiento en varias localidades de la provincia.

En este sentido, la responsable del colegio destacó que la importancia de este tipo de proyectos radica en que "integra a chicos que tienen alguna discapacidad con otros que por diferentes motivos abandonaron la escuela común". De esta forma, "se logra revertir la deserción laboral y se evita que muchos queden excluidos del sistema educativo", explicó Casatti.

Según aseguró la docente, la experiencia es "muy exitosa", lo cual queda ampliamente demostrado al recorrer las aulas en las cuales jóvenes y adolescentes con necesidades educativas especiales conviven y comparten el aprendizaje con otros que no pudieron finalizar sus estudios en los colegios comunes.

La calidad de los trabajos que allí se realizan es reconocida y elogiada por los vecinos allenses, quienes a menudo colaboran mediante la compra de productos fabricados y elaborados en la escuela y así contribuyen a fortalecer el proyecto.

Esta experiencia que tiene ejemplos similares en otras localidades es una alternativa válida para de formación. Ahora, al tener el edificio propio, los mismos docentes sostienen que la enseñanza es más ordenada.

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