BOGOTÁ (DPA) - La comisión de la Organización de Estados Americanos (OEA) culminó su tarea en Ecuador y Colombia con versiones diferentes de las partes sobre el ataque militar del 1 de marzo en el que murieron el jefe guerrillero Raúl Reyes y otras 24 personas, y ahora elevará su informe para la reunión de cancilleres del lunes.
El secretario general , José Miguel Insulza, confió en que el informe que revelará la próxima semana sobre la incursión pueda solucionar las diferencias que existen entre Bogotá y Quito sobre la seguridad en su frontera.
Insulza tuvo un desayuno de trabajo con el presidente Álvaro Uribe, quien presentó su versión sobre los hechos ocurridos el pasado 1 de marzo, cuando las Fuerzas Militares y de Policía bombardearon un campamento de las FARC en Ecuador y abatieron al número dos de ese grupo rebelde, "Raúl Reyes". "Ambos gobiernos han dicho cosas distintas en esta materia, en la forma en que ocurrió el ataque en concreto. Nosotros hemos verificado ayer los detalles, la versión colombiana y tenemos los argumentos de Ecuador. Yo creo que va a ser difícil que podamos ir más allá, pero eso lo vamos a poner en el informe", sostuvo Insulza en conferencia de prensa.
La misión de la OEA concluyó su visita tras una conferencia de prensa en la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores, donde se entrevistó previamente con el canciller colombiano, Fernando Araújo.
El delegado expresó que Bogotá demanda de Quito una mayor cooperación en la lucha contra el terrorismo, especialmente a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que operan en la zona fronteriza de ambos países. "Por lo tanto (en) nuestro informe más que poner el asunto de las dificultades vamos (a plasmar) las cosas que se pueden hacer para que estos hechos no sigan ocurriendo y no vuelvan a ocurrir", precisó.
La visita de ese organismo multilateral a la frontera entre Colombia y Ecuador concluyó ayer, cuando visitaron el selvático departamento de Putumayo, donde las autoridades locales expusieron los detalles de cómo fue la operación contra "Reyes", que originó una crisis diplomática entre Bogotá y Quito, a la que luego se sumaron Caracas y Managua. La comisión de la OEA estuvo integrada por Insulza y los embajadores ante ese organismo de Argentina, Bahamas, Brasil, Panamá, y Perú, quienes se entrevistaron igualmente con el jefe de Estado colombiano.
