Martes 11 de Marzo de 2008 Edicion impresa pag. 23 > Internacionales
Zapatero: estabilidad política y mejora económica
Intentaría pactar con los partidos nacionalistas moderados: PNV y CIU. También pidió "acuerdos básicos" en temas institucionales.

MADRID (AFP).- El jefe del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, quiere gobernar los próximos cuatro años con una "estabilidad", apuntando a un acuerdo con los nacionalistas vascos y catalanes como los principales grupos para lograrlo.

Zapatero, al día siguiente de ganar las elecciones legislativas en España, afirmó en una entrevista que desea "contar con la máxima estabilidad" con "proyección en el tiempo, garantizada y que pueda ser desde el inicio".

Es evidente la consolidación del bipartidismo. Tanto el PSOE (169 bancas) como el PP mejoraron sus resultados del 2004: los socialistas ganaron cinco escaños y el PP, seis.

La diferencia sigue siendo la misma entre ambos, 16 bancadas, pero el espacio dejado a las otras formaciones es cada vez menor. Los principales partidos españoles obtuvieron más votos que nunca frente a dos grandes caídas, la de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) que pasó de ocho a tres escaños y la de IU, que denunció ayer mismo el "tsunami bipartidista" y "un sistema electoral injusto" que favorece a las grandes formaciones.

Después de una legislatura marcada por un enfrentamiento constante entre el gobierno y el PP, que mantuvo durante cuatro años una actitud sumamente beligerante, Zapatero también manifestó que a España le conviene "más diálogo y menos crispación, menos descalificaciones y más argumentos".

Esto es algo que sin duda los ciudadanos sabrán agradecer, también de cara a los retos a los que se enfrenta el nuevo gobierno socialista: la desaceleración de la economía, con el desempleo y la inflación en niveles preocupantes, el referéndum soberanista anunciado para octubre próximo por el jefe del gobierno vasco, Juan José Ibarretxe, o la amenaza constante del grupo armado ETA (ver análisis)

Para lograr este objetivo, el jefe del gobierno español apuntó a que los "dos principales grupos" son los nacionalistas catalanes Convergencia i Unió (CIU) y los vascos del Partido Nacionalista Vasco (PNV). CIU aumentó en los comicios un diputado más que hace cuatro años con lo que logró once diputados, mientras que el PNV perdió un diputado y se quedó con seis.

Pero el PNV sería un socio incómodo: el gobierno del País Vasco, dominado por el nacionalismo moderado desde 1980, quiere celebrar un referéndum en octubre para que los vascos decidan su futuro político. Esta consulta está prohibida por la Constitución española y el gobierno de Zapatero ya se mostró radicalmente en contra.

Zapatero también adelantó que habrá figuras nuevas en el gobierno, aunque mantendrá a los que fueron sus máximos pilares durante la pasada legislatura, la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega, y el ministro de Economía, Pedro Solbes.

En los próximos días hablará con todos los partidos con representación parlamentaria, dijo, de cara a su investidura y al "horizonte legislativo". "Hay que gobernar mejor", consideró .

En una rueda de prensa, el secretario general y número dos del PP, Ángel Acebes, se limitó a decir que se sienten "muy orgullosos" de Rajoy y de cómo ha ejercido su liderazgo. El PP obtuvo el domingo el 40,1% de los votos y 153 diputados.

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