CIPOLLETTI (AC).- Dos detenciones tras una cinematográfica persecución que incluyó disparos intimidatorios y corridas por los techos se produjeron durante un operativo que incluyó muchos móviles y personal policial, porque además los cacos no pudieron cometer el asalto que tenían previsto, con armas de fuego, en un conocido local de venta de rulemanes de calle Sáenz Peña al 170.
Todo comenzó alrededor de lasa 9.10 cuando en "Casa Abadé" recién se comenzaba con la atención al público. Fue a esa hora en que llegaron violentamente dos maleantes -uno quedó de "campana" en un auto Fiat color claro- exigiendo a los gritos "la guita" y amenazando a los sorprendidos empleados. No pasaron más de pocos segundos cuando el de afuera gritó "viene la policía" y todos se dieron a la fuga en el auto.
Ocurre que en esa zona es habitual el movimiento de uniformados porque a 150 metros se ubica la Escuela de Cadetes de la fuerza. La comisión policiaca que caminaba para dirigirse a sus respectivas unidades hizo que el "campana" entrase en pánico, diera el alerta a sus compinches y a partir de esa situación se montó el operativo.
Los ladrones sortearon el primer escollo y en la avenida Alem dejaron el auto y siguieron a pie, pero ya el cerco se había extendido. A plena carrera uno tomó por Estrada y otro por Naciones Unidas, siempre hacia el norte, convergiendo en la zona de calle París.
A las 10 la calle París, frente a la plazoleta que también da a Estrada, era un hervidero de policías, quienes habían cercado la manzana.
Los vecinos miraban desde las casas aledañas, o muy a lo lejos, temiendo enfrentamientos.
Disparos intimidatorios
Algunos escucharon disparos, supuestamente intimidatorios. Al parecer, dos dos de los ladrones -un mayor de edad y un joven de 17 años- al verse acorralados saltaron hacia los techos desde la vivienda en la que se habían guarecido, ingresaron a otra y se atrincheraron en un dormitorio.
Allí estuvieron pocos minutos, y resultaron reducidos.
En un patrullero el mayor, tapado con una prenda color anaranjado, fue trasladado a la comisaría 24. En otra camioneta se hizo lo propio con el menor, mientras que anoche era incesante la búsqueda del tercero que sí había logrando huir de sus perseguidores.