| DANIEL WOOLS La buena noticia para el presidente del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero es que en las elecciones generales obtuvo un mandato de otros cuatro años y más escaños en el parlamento. La mala noticia es que de los dos principales problemas, una economía en declive y el resurgimiento del grupo armado vasco ETA, el primero debe ser resuelto con urgencia, y el segundo es letal. ETA ha retornado por sus fueros, asesinando a un miembro del partido Socialista dos días antes de los comicios generales. Por ahora, Zapatero tiene las manos atadas. Sólo puede limitarse a perseguir al grupo, encarcelar a sus miembros y esperar que cambie de posición, algo improbable. Las tormentas se acumulan en el frente económico, y Rodríguez Zapatero debe hacer reformas que no cuadran con sus impulsos socialistas, dicen economistas. Hasta ahora Rodríguez Zapatero no le prestaba mucha atención. Heredó una de las grandes historias de éxito de Europa, año tras año de robusto crecimiento que superó a sus vecinos más ricos. Por lo tanto, se concentró en reformas sociales tales como legalizar el matrimonio gay, más autonomía a las regiones. Ese lujo comenzó a evaporarse hace seis meses, con una crisis en el sector de la construcción y las secuelas de la crisis hipotecaria en EE. UU. El crecimiento, que fue de casi un 4% durante más de una década, podría reducirse a la mitad en el 2008. El desempleo, que se hallaba a niveles bajos, está creciendo de manera alarmante. Además, la inflación es alta, la confianza del consumidor es baja y el mercado de propiedades, uno de los sectores clave de la economía, se halla estancado. Juan Carlos Martínez Lazaro, profesor del Instituto de la Empresa, dijo que España necesita una reforma urgente en el sistema educativo pues produce millones de universitarios que terminan trabajando en restaurantes. El foco, dijo, debe estar en el entrenamiento técnico y vocacional a profesiones como plomeros. (AP) | |