La trascendencia mediática de lo hecho por Juan Román Riquelme ante Independiente, el domingo en La Bombonera, no es la causal de que hoy todo el país futbolero hable de él como si se tratara de un extraño fenómeno que sale a la luz por primera vez.
Lo que sí hace Román de vez en cuando, es reafirmarle a esa patria deportiva que su clase y categoría para jugar al fútbol, están al menos un escalón por encima del resto.
Algunos jugadores son buenos, otros son muy buenos, pero Riquelme es único. El número 10 de Boca irradia la singular sensación de aquellos actores de la pelota, de los cuales siempre se espera algo diferente. Esos que generan deleite y goce si se los tiene en su favor, y preocupación y temor si la camiseta que viste, está en la vereda del enfrente.
El efecto hipnotizador que produce su juego cinco estrellas, paraliza piernas rivales, y a veces hasta también sorprende a los propios compañeros, que no esperan que el 'Torero' sea capaz de meter el estiletazo certero y sagaz, utópico para la gran mayoría.
Le ocurrió a Rodrigo Palacio, quien se perdió el gol de la victoria ante el 'Rojo' sobre el final del partido, en parte porque tardó un tiempo en darse cuenta que JR había sido capaz de dejarlo solo ante Assmann, el buen arquero de Independiente, en medio de una superpoblada defensa.
Antes de esta escena, Román ya había entregado una gran dosis de su talento marca registrada, sintetizado en la jugada que le dio el empate a Boca. "El gol es un pase a la red", es una recordada máxima de César Luis Menotti. El domingo, Riquelme hizo honor como nadie al axioma del 'Flaco'. Pase, devolución y gol, el mejor de la fecha lejos. Solo tres toques para el extracto más puro del fútbol simple, que no por sencillo está exento de belleza y efectividad.
El juego de Riquelme parece ser inmune a los pizarrones. Néstor Gorosito declaró que le daba "vergüenza" hacerle marca personal y decidió hacerlo en zona. ¿El resultado? Boca goleó a Argentinos 4-0 en la segunda fecha del torneo, con JR como gran figura.
El domingo, Pedro Troglio intentó por momentos la personal con Mariano Herrón y en otros en zona."Habrá que seguirlo por donde se mueva...", había declarado el volante en la previa. El jugador 'rojo' ganó el duelo los primeros 20 minutos, que coinciden justamente con el único lapso a favor que tuvo Independiente en el partido. Después, el juego de Riquelme soltó amarras y la cacería fracasó.
Ahí está Riquelme, paseando su fútbol por las canchas argentinas. Toda una bendición para este tiempo de exportación de talento y vacas flacas.
WALTER RODRÍGUEZ
