CHOS MALAL (ACHM).- Los productores continúan apostando al trabajo de la tierra pese a que los factores climáticos en los últimos años les han jugado una mala pasada: en esta temporada las heladas tardías y la falta de agua hizo que mermara en un 50 por ciento la producción y también la venta de productos.

Los productores frutihortícolas del valle de Chos Malal siguen padeciendo las consecuencias de los factores climáticos, a lo que se suma que los canales de riego nunca están en condiciones para cuando comienzan con la temporada de movimientos de suelo y siembra.

En diálogo con "Río Negro" los chacareros que comercializan lo que producen en la feria comunitaria local indicaron que para la temporada la producción y las ventas bajaron un 50 por ciento.

Recordaron que en 2006 fueron castigados por el temporal de lluvia que provocó la crecida histórica de los ríos y que en muchos de los casos arrasó con parcelas completas de producción

El año pasado los heladas tardías y la falta de agua también se transformaron en un duro revés para el sector, a lo que se sumó los inconvenientes en las bocatomas de los canales y la falta de mantenimiento, que hace que todos los años deban padecer los inconvenientes que genera el faltante de agua para cuando comienzan las labores de la tierra y la siembra de los cultivos.

Pero también se encuentran con que algunos productores hacen un mal uso de recurso, abriendo las compuertas sin control lo que va en desmedro de otros trabajadores que no pueden contar con el agua en sus tierras.

Además, los productores frutihortícolas realizan un trabajo sacrificado y no cuentan, en su gran mayoría, con créditos o subsidios del estado para hacer frente a los costos.

Pese a todas las dificultades siguen apostados en la feria municipal donde los vecinos concurren por productos frescos.

Allí se pueden encontrar papas, cebollitas de verdeo, zanahorias, zapallitos, choclos, lechuga, tomate, acelga, morrones, ají, cebollas, cilantro y frutas tales como uva, peras, manzanas, ciruelas, membrillo, duraznos, como así también frutas finas como frutillas y frambuezas entre otros productos.

Además hay huevos caseros, humitas, ñaco y mote, pero también la elaboración de comidas caseras se ve acotada ante la falta de un laboratorio para control y análisis de los productos alimenticios, ante lo cual la comuna no autoriza su comercialización.