NEUQUÉN (AN).- El trabajo de casi cinco mil empleadas domésticas fue blanqueado en esta provincia en los últimos dos años.
En todo el país, según cifras de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), suman 345.000 las empleadas que regularizaron su situación laboral luego de la presentación, en el 2005, del "Nuevo régimen para el personal del servicio doméstico".
En Neuquén la cifra exacta es de empleadas que ingresaron a este sistema que les permite acceder a una cobertura médica y al futuro beneficio previsional, es de 4.845.
Según la organización "Trabajadoras domésticas en lucha", sólo en la capital hay 10.000 personas, en un 85 por ciento mujeres, inscriptas en la modalidad con retiro (cama afuera), empleadas en casas de familia. El requisito para ingresar en el régimen es cumplir con un mínimo de seis horas semanales para el mismo dador de trabajo.
El importe para obtener los beneficios debe ser de 59,44 pesos, entre los aportes del empleado y la contribuciones del empleador.
Para iniciar el trámite, el personal tiene que sacar el CUIL en Anses, retirar el formulario 102 de la AFIP o de internet, completarlo junto con el dador y pagar la suma en cualquier banco. El comprobante, que se emite para ambas partes, es lo que le da legalidad a la operación. El hecho de que no sea un recibo oficial trae aparejado problemas para las trabajadoras, sobre todo a la hora de sacar créditos, ya que se les cuestiona la validez.
Con el comprobante en mano puede inscribirse en una de las tres obras sociales que en la provincia adhirieron al sistema, y no 200 como informa la AFIP. La más elegida es la Obra Social del Personal de Seguridad e Inteligencia Privada (OSPSIP). La trabajadora puede incluir a su grupo familiar pagando 22,22 pesos por cada uno de ellos.
Los temores más comunes de las mujeres es que dejen de percibir los planes sociales. Algunas empleadas de más de 60 han optado por la denominada "jubilación de amas de casa" que venció en el 2007. "Ellas nunca han recibido ni un peso, y lo que le den ahora no les alcanza para contabilizar años, tenemos que luchar para que los pagos sean retroactivos", explicó
Sandra Leiva, integrante de "Trabajadoras Domésticas en lucha".
El sueldo real mensual ronda los 500 pesos las ocho horas diarias de lunes a viernes, cuando la escala marca que la categoría más baja debería percibir 906 pesos, cifra que está 65 pesos por debajo del costo de la canasta básica total de febrero para una familia tipo, según los cuestionados números del INDEC.
Uno de los reclamos más fuertes desde la organización es el cumplimiento del horario. Las jornadas se extienden más de lo acordado y se las recarga de responsabilidades. "La trabajadora doméstica deja a su hijos para criar otros hijos, para que otras mujeres puedan trabajar y estudiar, y ella se queda sin esa posibilidad", añadió Leiva.
El sector está excluido de la Ley de Contrato de Trabajo y de Riesgos de Trabajo, así como del seguro de desempleo. La actividad está enmarcada en el Estatuto del Personal del Servicio Doméstico que fue aprobado mediante un decreto-ley en 1956.