LAS LAJAS (AZ).- Las carencias edilicias están a la orden del día en el CPEM 5 de esta ciudad. Aulas superpobladas, baños insuficientes para cubrir la demanda del alumnado y una conexión precaria de gas para elaborar el refrigerio, conforman una combinación de irregularidades que complica el dictado de los contenidos y pone en riesgo la salud de la población escolar.

El problema no es nuevo pero todos los reclamos de la institución hasta aquí chocaron contra la burocracia oficial. Frente a este panorama, las autoridades escolares encabezadas por el director José Luis Becerra hicieron público el cuadro de situación y exigieron soluciones de parte del Consejo Provincial de Educación.

El establecimiento, inaugurado en 1987, fue diseñado originalmente para albergar a unos 200 alumnos. En la actualidad la matrícula supera los 450 cupos obligando a desdoblar aulas y encontrar espacios donde no existen.

"Tenemos primeros años tan numerosos que están funcionando en lugares no previstos como un laboratorio con los riesgos que esto implica y en un cerramiento dentro de la biblioteca generando como consecuencia la imposibilidad de contar con el silencio necesario en dicho ámbito" explicaron los docentes a través de un documento oficial. La batería de sanitarios también resulta insuficiente y obsoleta frente al crecimiento exponencial de la matrícula.

"Más de un centenar de jóvenes por turno intentan hacer uso de los baños en los cinco minutos de recreo con el agravante de que las instalaciones colapsan en forma habitual" agregaron los directivos.

Hace cinco años se instrumentó el servicio de refrigerio y como la escuela no contaba con una cocina se resolvió realizar una instalación precaria de gas. Como en ese lugar tampoco había agua, los porteros debían acarrear ollas en un incesante ir y venir para prestar el servicio en tiempo y forma.