Al señor gobernador Saiz.

En esta carta quiero referirme a las expresiones que vertió en San Antonio Oeste el 22 de febrero, oportunidad en la que, palabras más palabras menos, manifestó que las aspiraciones salariales de los docentes (1.800 pesos) están fuera de toda lógica técnica, teniendo en cuenta que trabajamos cuatro horas. Usted, sus funcionarios y toda la comunidad saben que no es verdad que trabajamos cuatro horas por jornada; muchísimas son las actividades inherentes a la profesión que realizamos fuera de nuestra carga horaria.

Señor gobernador, tal vez yo esté confundido y usted está proponiendo pagarnos, además, esas horas que invertimos fuera de nuestro horario. A usted le parece un exceso que un docente gane 1.800 pesos. Entonces, demuéstreme cómo se hace para vivir con menos teniendo que pagar impuestos, alimentos, vestimenta, servicios, etcétera.

Su lógica horaria utilizada para los docentes no me permite explicar los haberes que perciben muchos de sus funcionarios y miembros de otros poderes del Estado cuyos sueldos superan varias veces lo que solicita nuestro sector. Según mis humildes cálculos, y a juzgar por lo que ganan, la jornada laboral de esas personas debe superar las 24 horas diarias.

Lo invito a compartir alguna jornada de trabajo en la Escuela Primaria rural Nº 225 de Mainqué, cuyos docentes que van desde Roca salen a las 6 de la mañana de sus casas para tomar el transporte público, que los deja a casi 3 kilómetros de distancia, y hacen ese trayecto a pie -y el mismo tiempo les insume el regreso-, lo que les imposibilita tener doble función, cuestión que tanto le preocupa a usted pagar. Si acepta mi invitación, compartirá y experimentará con nosotros temperaturas bajo cero, la lluvia y el viento, porque la escuela no tiene ningún espacio cubierto más que las aulas, los sanitarios y la cocina; es decir, salimos de las aulas y nos encontramos a cielo abierto: no contamos con ningún espacio techado que nos permita realizar muchas actividades sin tener que soportar las malas condiciones climáticas.

Para vuestra información, esta situación ha sido planteada año tras año pero en ningún presupuesto queda incorporada la construcción de este espacio, que no es más que un techo. Sepa usted que los montos que el gobierno me descontó durante años por leyes y decretos de emergencia suman hoy el valor de ese techo.

Señor gobernador, todas estas consideraciones las hago para que usted conozca las condiciones en las que trabajamos.

Orlando Solaro

DNI 11.363.412

Director de la Escuela Nº 225

Mainqué