PATAGONES (AV)- Con el tradicional desfile cívico-militar el pueblo de Patagones rindió, una vez más, homenaje a los héroes de la batalla del 7 de marzo de 1827.
Cata Villarino la abanderada de esta fiesta fue la encargada de abrir este encuentro criollo que desde hace años se ha trasformado en el más importante para este partido bonaerense.
Durante más de dos horas desfilaron agrupaciones civiles que conviven en la comunidad dedicadas a distintas actividades culturales, deportivas y del medio ambiente.
También lo hicieron representantes de las fuerzas armadas, militares, instituciones policiales y de bomberos, además de distintas bandas de música que en horas de la noche protagonizaron un encuentro a orillas del río Negro.
En esta oportunidad fue presentada ante la comunidad maragata la Banda de Música de los Bomberos Voluntarios de la ciudad integrada, en su gran mayoría por jóvenes, apostando a la cultura y a la ocupación de la juventud.
El intendente de Patagones, Ricardo Curetti, reiteró que éste será el último año que esta tradicional fiesta que se extiende por una semana se realiza en la plaza Villarino que ha servido de escenario desde sus inicios.
Esta decisión tomada con la anuencia del Concejo Deliberante de Patagones estará abierta a la opinión de la comunidad pero el jefe comunal adelantó que existen posibilidades concretas para su traslado.
Estimó que en un plazo de 180 días deberá estar definida la relocalización adoptada por diversas razones. Curetti destacó también la restauración de la iglesia de Patagones licitada hace un año y ya en marcha en el marco de una política de recuperación del patrimonio maragato.
Por otra parte confirmó que se seguirá trabajando en la manzana fundacional y la restauración del cerro de la Caballada en reconocimiento a la gesta del 7 de Marzo.
"No sólo se trata de poner en valor el patrimonio y reconocer la historia sino que significa una fuente más de desarrollo que se debe sumar al turístico y a la Comarca Viedma-Patagones", sostuvo Curetti.
Esta tradicional desfile, a modo de homenaje a los héroes de la gesta del 7 de marzo que lucharon contra Brasil por la soberanía del lugar, comenzó hace 30 años con un grupo de vecinos consustanciados con la historia y las raíces de este sector bonaerense el más austral de esta extensa provincia.
Los grupos tradicionalistas con los típicos trajes sobre lustrosos y enormes caballos cerraron el desfile.
En la noche, el río Negro reflejó los colores de los fuegos artificiales que iluminaron el cielo maragato otorgando un toque de brillo y explosión a la fiesta.