El diputado provincial por la Concertación Neuquina para la Victoria, Ariel Kogan, junto al entonces legislador justicialista Jorge Conte denunciaron en el 2005 una presunta maniobra de "lavado de dinero" y "cohecho" en el que estarían involucrados el Banco Provincia de Neuquén SA (BPN), y las empresas Damovo SA y Temux. Ese mismo año, la revista mensual del personal del banco, "Nexo", publicó en su número de agosto/septiembre un editorial del responsable del Departamento de Prevención de Lavado de Dinero, Ricardo Sabatini, en el que destacaba que el BPN era "una de las únicas cinco entidades financieras del país" que respondía con el "Régimen Informativo de Lavado de Dinero" establecido por el Banco Central de la República Argentina (BCRA).
El comentario, titulado "Entre los mejores" en clara alusión al estricto cumplimiento de las normas de control, concluye con un agradecimiento a las sucursales por tomar "todos los recaudos necesarios para no vernos involucrados en una maniobra de lavado de dinero". Maniobra que Kogan denunció en un juzgado penal de la ciudad de Buenos Aires.
Ricardo Sabatini es empleado del BPN desde hace casi veinte años. Ingresó a la Gerencia de Recursos Humanos en los noventa, y estuvo allí hasta marzo/abril de 2001 cuando fue trasladado al departamento que ocupa en la actualidad. Esta área depende, por disposición del BCRA, de la Gerencia General.
En la edición de noviembre del 2004 de "Nexo", Sabatini es entrevistado acerca de sus funciones. "Se debe confeccionar una base de datos, con todas las operaciones que individualmente igualen o superen los $10.000 o su equivalente a moneda extranjera", dijo.
También figuran en los regímenes informativos, "aquellas operaciones que individualmente no superasen tal importe y sí lo hicieran por estar vinculadas". Estos casos son, quizá, los más absurdos para los cajeros.
"He tenido que preguntarle el origen de los fondos a gente que deposita 400 ó 600 pesos", confió un empleado.
Mientras se realizaban las transferencias de Damovo a Temux en cuentas corrientes del BPN, y los créditos de Temux eran declarados "incobrables" por el BCRA, Sabatini insistía en que cualquier operación ilegal terminaría en "la pérdida de credibilidad por parte de los clientes, lo cual es mercado que perdemos".