Sábado 08 de Marzo de 2008 Edicion impresa pag. 28 y 29 > Internacionales
ANALISIS: La pesadilla vuelve al País Vasco

"¡Le han matado, que le han matado!", gritó la esposa de Isaías Carrasco, según relatan testigos, cuando el ex concejal socialista fue tiroteado por ETA en Mondragón, en el País Vasco, delante de ella y de su hija. El asesinato del ex edil irrumpió en la campaña para las elecciones de mañana tiñendo de sangre una vez más la vida en la región del norte de España.

A fines de febrero, la organización armada había llamado ya a la abstención, generando una división frente al nacionalismo moderado, que quiere una alta participación que le permita ser más fuerte en el Congreso de los Diputados en Madrid. Desde el Ministerio del Interior se había advertido que el grupo haría lo posible por atentar antes de los comicios, y hoy lo cumplió.

El trasfondo de la abstención decretada por ETA es la suspensión por parte de la Audiencia Nacional de Acción Nacionalista Vasca (ANV), un partido considerado "sucesor" de Batasuna (Unidad), el ilegalizado brazo político etarra, y su más que probable ilegalización. Lo mismo ocurre con el Partido Comunista de las Tierras Vascas (PCTV), en tanto que la cúpula de Batasuna está en prisión, incluyendo a su líder, Arnaldo Otegi. Por eso, al no poder presentar listas, ETA decidió hacerse presente de la forma en que suele. La abstención -a diferencia del voto nulo que propugnó antes- le permite no sólo contabilizar la fortaleza de su caudal electoral, sino también sumar a quienes decidan no votar, tanto por desinterés o desencanto como por intimidación.

El Partido Nacionalista Vasco (PNV), que gobierna la región en una coalición tripartita con Eusko Alkartasuna (EA) y la federación vasca de Izquierda Unida (IU-EB), quiere movilizar en cambio a su electorado para llevarse la mayor cantidad posible de los 18 diputados en total que se eligen en el País Vasco.

En las últimas elecciones, en 2004, el PNV sumó en el País Vasco siete legisladores, frente a siete del Partido Socialista y cuatro del Partido Popular (PP). Ese empate podría romperse según las últimas encuestas a favor de los socialistas. El objetivo es sumar fuerza, porque quien salga ganador de los comicios de este domingo, ya sea Zapatero, del PSOE, o el conservador Mariano Rajoy, del PP, no tendrá de acuerdo a los sondeos una mayoría suficiente para gobernar solitariamente. De hecho, las diferencias entre ambos se estrechan a medida que se acerca la hora de votar. En este marco, los partidos nacionalistas -tanto vascos como catalanes- aspiran a ser la "llave" en el Parlamento, donde cerrarían pactos con el ganador a cambio de concesiones de interés para sus comunidades.

 

ROMINA LÓPEZ

DPA

Use la opción de su browser para imprimir o haga clic aquí