El presidente de Ecuador, Rafael Correa, consideró hoy que la Cumbre del Grupo de Río de ayer "marca una nueva era en la diplomacia de América latina", aunque aclaró que le será "difícil restaurar la confianza" en su par colombiano, Alvaro Uribe.

"Latinoamérica debe estar contenta, hemos demostrado al mundo entero que se pueden resolver los conflictos de manera pacífica pero llamando las cosas como son, no con medias tintas, intentando contentar a todo el mundo", dijo Correa en un mensaje en cadena nacional, reproducido por la agencia italiana de noticias ANSA.

Según evaluó el jefe de Estado, "nunca en la historia de América Latina se ha resuelto una crisis tan grave, tan rápido y tan bien bajo el principio de la justicia". Correa consideró que, a partir del debate de ayer, en el que los presidentes del Grupo de Río lograron alcanzar en República Dominicana un acuerdo para superar la crisis de Colombia con Venezuela, Nicaragua y Ecuador, por el ataque militar colombiano a territorio ecuatoriano, "se recupera la fe en las cumbres y en nuestros colegas latinoamericanos".

El mandatario comparó la cumbre de ayer en Santo Domingo con la sesión extraordinaria del Consejo Permanente de la OEA, que sesionó el miércoles y decidió crear una comisión para investigar el conflicto, que mañana llegará a Ecuador.

"Miren la OEA cuánto tiempo se tomará para decidir finalmente una resolución, con el Grupo de Río tomamos en un día una resolución", dijo Correa, quien aseguró que en Santo Domingo "se habló de crear una organización de estados latinoamericanos".

Correa indicó que "el problema para que la OEA avance rápido es Estados Unidos", que, según denunció "quería bloquear todo intento de resolver el problema de Colombia-Ecuador". Por ello, insistió en que "necesitamos una OEA conformada solo por países de la región, una organización de estado latinoamericanos y ese podría ser el Grupo de Río".

La sesión del Grupo de Río se desarrolló en constante tensión, con duros cruces entre Uribe y Correa, aunque también hubo crudas diferencias entre el colombiano y los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez, y de Nicaragua, Daniel Ortega, hasta que el mandatario anfitrión, Leonel Fernández, propuso un abrazo entre los contendientes, que algunos de ellos aceptaron a regañadientes.

Correa, quien respondió a la mano tendida por el colombiano con expresión de disgusto, y aclaró que aceptaba sus disculpas "como país" pero no "como persona", señaló hoy que "va a ser difícil restaurar la confianza en el presidente Uribe".

"Hay que perdonar, pero tampoco olvidar, porque eso a nivel país puede ser nefasto", dijo el mandatario en mensaje al país. No obstante, confió en que las relaciones "podrán seguir adelante, con los proyectos binacionales y las conversaciones" y que el gobierno analizará un cronograma para restablecer los nexos con Colombia.

"Vamos a conversar, vamos a seguir avanzando, hay que ver que también Venezuela retiró a su embajador, también coordinaremos con Venezuela", informó el mandatario. El jefe de Estado agradeció a su colega venezolano por su apoyo en el conflicto y consideró que su actuación en la cumbre de ayer fue "brillante" porque "sin alterarse dijo todo lo que tenía que decir".

"Algunos lo quieren hacer pasar como demente porque se metió en el problema, pero primero él ya tenía un problema con Colombia y segundo es uno de los presidentes más inteligentes de la región", concluyó Correa en referencia a Chávez.

Fuente: Télam