No hay caso. Toda la semana se habló de lo que significaba el clásico ante San Lorenzo, pero Racing no se motiva, sufre y sigue en caída libre.
Los de Boedo se quedaron con el duelo jugado en el 'Cilindro' con un cabezazo de Gonzalo Bergessio (sí, justamente el ex Racing) y profundizó la crisis futbolística e institucional del equipo de Avellaneda, que cosechó su tercera derrota en cinco fechas en lo que va del Clausura.
El conjunto de Ramón Díaz no lució, pero aguantó bien a la 'Academia' con una destacada actuación del arquero Agustín Orion para sumar el segundo triunfo consecutivo en el certamen.
Racing tomó la iniciativa en el comienzo y trató de arrinconar a San Lorenzo con centros desde los costados. Adrián Bastía y Claudio Yacob fueron los mejores de la etapa inicial porque entregaban rápido la pelota cuando la recuperaban para desacomodar a la defensa visitante.
Pero todo se le complicó desde temprano al anfitrión porque otro paraguayo Erwin Ávalos, en lugar de ser una referencia en el área, se fue expulsado a los 16', tras un choque con Orion.
A pesar de la ventaja numérica, San Lorenzo llegó sólo una vez en la etapa hasta Hilario Navarro. Fue a los 32, cuando Adrián González envió un centro desde la derecha y Daniel Bilos cabeceó por arriba. Racing pudo irse al descanso en ventaja. A los 42', Diego Manicero sacó una media vuelta dentro del área que Orion sacó al córner.
En la mediocridad del juego, era mejor Racing con la movilidad de Maxi Moralez y Manicero, pero el Ciclón tenía las mejores chances. A los 13, Chávez (que había ingresado por Bilos), aprovechó una jugada confusa en el área, que obligó a Navarro a una atajada espectacular para evitar el tanto. Fue un anuncio.
A los 26' dos ex Racing generaron el único tanto del clásico. El 'Chaco' Torres envió un centro desde la izquierda y Bergessio cabeceó sin marca. El 1-0 le dio espacios al 'Santo' en ofensiva porque Racing salió a buscar el empate. Bernardo Romeo pudo ampliar a los 34, con un cabezazo que estrelló en el travesaño.
El local lo pudo igualar a través de Navia, pero Orión volvió a salvar. No hubo más tiempo. La dura realidad de Racing escribió otro capítulo, para una historia que cada vez se vuelve más oscura.
