Desde que empiezan el ciclo lectivo, en septiembre, los niños de las distintas escuelas comienzan a preparase para las Olimpiadas Rurales de Comallo. Y, a medida que transcurren los días, la ansiedad va en creciendo.

"Para ellos es una emoción muy grande. Es un acontecimiento que esperan durante el año y una salida del paraje que disfrutan mucho. Les permite relacionarse con otros chicos, hacer amigos y pasarla muy bien. Es muy positivo para quienes trabajamos en las escuelas rurales", señaló la directora de la Escuela 120 de Pilquiniyeu del Limay, Viviana Favre de Porma.

En estas escuelas no existe el cargo de profesor de educación física, por eso los docentes con ayuda de algunos padres trabajan durante meses preparando y entrenando a los niños para que puedan competir en las distintas disciplinas deportivas.

Y los niños les están muy agradecidos.

"Es la segunda vez que vengo y me gusta mucho porque salimos de nuestro parajes, conocemos, jugamos y la pasamos muy bien, es lindo", agregó Pablo Loncomán, un alumno de quinto grado de la escuela Laguna Blanca, quien integró la defensa del equipo de fútbol de su escuela.