ROCA (AR).- Los empleados de la AFIP de Río Negro y Neuquén anunciaron que a partir de la próxima semana iniciarán medidas de fuerza progresivas, que podrían conducir finalmente a implementar un paro de actividades, si no obtienen respuestas respecto a su reclamo por falta de personal.
Según explicaron, esta situación les impide brindar una atención adecuada al público y origina serias demoras a la hora de realizar los trámites.
Para ilustrarlo, hicieron referencia a la "preocupante situación que se vive en la delegación roquense, donde hay sólo cuatro empleados destinados a atención al público y reciben al menos 100 consultas diarias", explicó el secretario de Finanzas de la entidad, Vito Margagliotti.
En este sentido, precisó que "necesitamos como mínimo seis personas más para reforzar esa área y así agilizar el trabajo", advirtió.
El reclamo tiene larga data, ya que "entre el '93 y el '96 se fueron de la agencia Roca unas veinte personas, luego sólo ingresaron cuatro y eso nunca se recompuso", manifestó al respecto Mauro Roitburd, Secretario General de la seccional neuquina de la Asociación de Empleados de la DGI (AEDGI), gremio que nuclea a los trabajadores del organismo.
Por tal motivo, desde el sindicato adelantaron que el martes realizarán una asamblea en la seccional local, donde darán a conocer a los contribuyentes la situación que denuncian. Luego podrían profundizar las medidas de acción, si no se concreta el ingreso de personal solicitado, advirtieron.
Sin embargo, aclararon que aún no recurrirán al paro como medida de protesta, ya que "en definitiva los únicos perjudicados serían los contribuyentes y justamente lo que queremos es tratar de solucionarles el problema de perder más de cuatro horas haciendo un trámite".
Asimismo, remarcaron que en el contexto actual es imposible dar la celeridad que corresponde a cada una de las diligencias. "La seccional Roca es la más comprometida porque abarca de Cipolletti a Choele y cuenta sólo con 45 empleados. Es necesario que se abran nuevas delegaciones", apuntó Margagliotti.
No obstante, destacó que "la incorporación de la informática ha mejorado notablemente los servicios", aunque "el control de los contribuyentes a través de este sistema genera más tareas administrativas, que potencian la sobrecarga laboral que pretendemos revertir", aclaró.