SANTO DOMINGO (AP) _ Los países miembros del Grupo de Río buscan contribuir a una solución "pacífica'' a la crisis entre Colombia, Ecuador y Venezuela, a la par de que negocian un respaldo en bloque a la resolución de la OEA que reafirma la no violación de las fronteras, coincidieron en afirmar varios cancilleres.
Sin embargo, allí se enfrentarán posturas disímiles. Por un lado, Ecuador, Venezuela y Nicaragua impulsan una dura condena al gobierno colombiano de Álvaro Uribe y llaman a una "regionalización" del conflicto, mientras otros países buscan circunscribirlo al tema bilateral y tratan de quitar presión.
Al inicio de la reunión a nivel ministerial de la XX Cumbre del Grupo de Río, previa a la participación presidencial, el canciller chileno Alejandro Foxley dijo que ha propuesto a los participantes incluir en la declaración final un apoyo total a la resolución de la OEA y llamar a que en adelante no vuelva a repetirse una situación similar.
Los presidentes colombiano Álvaro Uribe, ecuatoriano Rafael Correa y venezolano Hugo Chávez tienen previsto llegar a Santo Domingo en el transcurso del jueves y las primeras horas del viernes. El Grupo de Río está formado por 20 países y en la reunión en esta capital llegarán, además de los mandatarios de Ecuador, Colombia y Venezuela, al menos otros nueve presidentes.
El colombiano Uribe se reunirá con Lula, Calderón, Bachelet, Kirchner y Morales en esta cumbre
Correa exigió ayer una "condena clara" a Colombia por parte del Grupo. "Es el momento de ser o no ser: Si dejamos pasar esta agresión, si dejamos este evidente insulto a la carta de la OEA, al derecho internacional, en la impunidad, habremos fracasado", agregó
Una de las visiones moderadas fue la de la presidenta chilena Bachelet "Tan importante como el principio de la inviolabilidad de fronteras es la no intromisión en asuntos internos, dijo ayer. "Hay que colocar las cosas donde están. El derecho internacional señala con claridad y condena con claridad el no respeto o violación de la soberanía territorial de un Estado versus otro", señaló Bachelet. Pero "también hay otros principios que son fundamentales: que ningún Estado debe entrometerse o inmiscuirse en temas internos", agregó.