Miércoles 05 de Marzo de 2008 Edicion impresa pag. 14 y 15 > Sociedad
La gran obra que cambió la vida rural
El gas rural llega a 1.400 viviendas y otras 1.600 esperan la ansiada conexión.

ROCA (AR).- Entusiasmo, iniciativa, voluntad de cambio, organización. Para muchos habitantes de la zona en esas cinco palabras radica la diferencia entre calefaccionar sus casas a leña o con estufas de tiro balanceado, entre pagar más de 150 pesos al mes por leña, garrafas y tubos de gas o una factura mensual de 60 pesos en pleno invierno, entre usar la cocina poco o mucho, entre bañarse con agua fría o caliente.

Entusiasmo, iniciativa ,voluntad de cambio y organización es lo que permitió construir una red troncal de 237 kilómetros de extensión. A través de esas cañerías, el gas rural hoy llega a 1.400 productores, chacareros y vecinos de J. J. Gómez (780), Roca (450) y Stefenelli (170), de acuerdo con Camuzzi Gas del Sur, distribuidora de gas natural en la región. Según los datos aportados por la Comisión de Gas Rural, otras 1.600 viviendas están en condiciones de acceder al servicio, una vez que las cañerías conecten las casas con la red troncal.

Carlos Natalini (55) es uno de los productores beneficiados por la obra. En un cálido atardecer de principios de marzo, en plena temporada de cosecha de manzanas, estaciona el camión al costado de la casa del encargado de la chacra y cuenta su historia. "La provisión de este servicio clave fue ideada por productores que se nuclearon en la Comisión de Gas Rural. Gente sin experiencia en la materia pero con muchas ganas, gente que hizo los proyectos, que midió las distancias de las cañerías casa por casa. Acá

hay cuatro grados menos que en la ciudad. Y casas antiguas, de habitaciones amplias y techos altos, que cuesta mucho calentar a leña. Y ni le digo bañarse sin agua caliente...".

Sabe de qué habla: nació, se crió y creció en una chacra. Continúa: "Por eso fue tan importante esta obra. La Comisión consiguió financiamiento, convenció a autoridades provinciales y nacionales y empresas privadas. Y con muy pocos trámites se podía obtener un crédito y hacer que el gas vaya desde la tranquera hasta su casa. Le aseguro que para nosotros es el día y la noche".

Junto a su padre, Basilio y a su hermano Néstor, Carlos Natalini está al frente de un emprendimiento familiar que produce manzanas y peras en varias chacras que sumadas alcanzan las 50 hectáreas. "En los últimos años cuesta mucho conseguir gente que quiera vivir en las chacras. La gente prefiere la ciudad. Pero si usted ofrece asfalto, agua corriente y gas... la cosa cambia".

Las cosas cambiaron para Darío Soto (53), el encargado de la chacra de 12 hectáreas donde se apilan bines repletos de manzanas. Vive en una casa de tres dormitorios, baño y cocina junto a su mujer, Leonor Serda (39) y los hijos, Omar (18), Lizeth (16) y Nair (7). "Nosotros consumíamos unos 1.000 kilos de leña por semana. Y unas 3 garrafas de 10 kilos por mes -relata-. Y en el baño poníamos un calentador eléctrico para tratar de combatir el frío. Ahora tenemos dos calefactores de tiro balanceado de 6.000 calorías. Y un termotanque de 70 litros. El mes pasado pagué 20 pesos de gas. Y en los días más fríos del invierno la factura es de 60 pesos, a lo sumo 70 pesos. ¿Sabe otra cosa que me alegra? No tener que salir a buscar leña...".

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