SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- El juez de instrucción Martín Lozada dispuso en las últimas horas el procesamiento de un hombre de 31 años que está detenido como sospechoso de haber accedido carnalmente a una chica de 14 años, que cursa sus estudios en un establecimiento céntrico de esta ciudad y habría quedado embarazada como producto de esa agresión sexual.

El ataque que Lozada le adjudica al sospechoso, a quien no identificó, habría ocurrido entre setiembre y octubre de 2007, pero la denuncia fue efectuada algunos meses más tarde, a mediados de diciembre de 2007.

En relación a la denuncia tardía, es probable que la menor no haya comentado el suceso con sus padres, o que éstos recién hayan decidido denunciar el hecho cuando se confirmó el estado de gravidez de la chica.

Al respecto, los especialistas señalan que con frecuencia no se denuncia el abuso que no tiene consecuencias evidentes, y no sólo cuando el abusador es desconocido, sino cuando pertenece al núcleo familiar o íntimo de la víctima. En esta caso, el embarazo no llegará a término porque existió un aborto espontáneo, pero en su momento habría motivado la denuncia y el firme señalamiento del agresor.

La hipótesis criminal que investiga el magistrado radica en que la agresión sexual se produjo un mediodía, en ocasión en que la menor se dirigía hacia su escuela, y caminaba por la calle Frey entre Elflein y Gallardo.

En esas circunstancias el sospechoso le habría exhibido una navaja, obligándola a que lo acompañase a pie varias cuadras, hasta un sector ubicado sobre las calles Otto Goedecke y Fagnano, aledaño a una dependencia del Departamento Provincial de Aguas.

Allí habría consumado la violación el agresor, y como producto de su accionar delictivo luego se habría producido el embarazo.

En principio, los elementos probatorias tomados en cuenta por el magistrado para dictar el procesamiento fueron los dichos de la víctima y de su madre, cuando realizaron la denuncia. Luego, valoró la declaración testimonial de la directora del establecimiento educativo al que concurre la menor, un estudio histopatológico, y la clara individualización del sospechoso por parte de la víctima en una rueda de reconocimiento de personas.

El domicilio del sospechoso fue allanado poco después de la denuncia, en procura de elementos de prueba vinculados a la causa, y en esa ocasión también lo detuvieron para que aguarde el juicio en esa condición.

Después, en el juzgado de Instrucción Nº2 le recepcionaron declaración indagatoria, y el magistrado practicó una inspección ocular en el lugar donde se habría practicado el ataque sexual.

La víctima fue interrogada por una psicóloga del Poder Judicial, y el magistrado siguió su relato por medio de una cámara Gesell. Esa entrevista fue filmada con la intención de dejar registrada la versión de la joven, y evitar que en lo sucesivo deba reiterar su exposición ante otros magistrados y profesionales, "con la consiguiente re-victimización que ello puede traer aparejado", justificó el magistrado.

Esa reserva, sin embargo, ha sido criticada con frecuencia por los defensores de los imputados, quienes alegan que se afecta la defensa en juicio cuando no pueden interrogar a los testigos.