Miércoles 05 de Marzo de 2008 > Carta de Lectores
"Alerta por el Parque Norte de Neuquén"

La campaña realizada en años anteriores para recuperar y mantener como se merecía este inigualable e irreemplazable espacio verde de la ciudad de Neuquén dio algunos frutos. La misma fue iniciada por un grupo de vecinos preocupados por el estado de abandono del parque y tuvo repercusión en todos los medios de comunicación; en dicha oportunidad preparamos notas y cartas de lectores avaladas por cientos de firmas, varias de personalidades públicas.

Posteriormente a estas presentaciones y reclamos se evidenció el interés de varios organismos, instituciones y particulares, que quedó plasmado en actas y notas de reuniones -incluso en diarios locales- donde, entre otras cosas, se comprometieron a construir sendas aeróbicas y bici-sendas, a mejorar la iluminación, a instalar balcones de observación, a reemplazar la cañería del acueducto desde el río Neuquén que provee de agua al parque, a reparar y/o cambiar las bombas, a construir tramos de cercos críticos, a instalar señalización de todo tipo -vial, turística, informativa- y a hacer tareas de limpieza en forma permanente, así como la tala selectiva y plantación de nuevos ejemplares.

Pudimos ver en una foto de un diario local al entonces intendente Horacio Quiroga internado entre los árboles -guantes y bolsa en mano- levantando residuos y al frente de una campaña lanzada por su gestión para cambiarle la cara y salvar el Parque Norte. Obviamente, el actual mandatario Martín Farizano debe haber sido quien autorizó los gastos para realizar dichas mejoras.

¿Cuál es el estado del parque hoy? Se construyeron las sendas aeróbicas, que son utilizadas por cientos de personas todos los días, pero el Parque Norte está nuevamente desatendido, sin control, sucio y en decadencia. Los caminos internos siguen siendo invadidos por todo tipo de vehículos: motos, camionetas, automóviles y cuatriciclos; algunos circulan por las sendas aeróbicas a pesar de los carteles de prohibición que se observan en varios lugares -algunos se los robaron- y otros lo hacen a alta velocidad, levantando tierra y perjudicando a quienes realizan sus actividades aeróbicas. Si bien se bloquearon varios accesos con montículos de tierra, el único con tranquera, que debería permanecer cerrado, está siempre abierto. Por él solamente deberían ingresar los vehículos autorizados por la Municipalidad de Neuquén a través de la oficina que tiene en el parque. El sistema de cierre con candado que tiene es una cargada -un lazo que pasa por sobre un caño-, por lo cual no hace falta abrir el candado. Es evidente que eso lo han dejado así ex profeso, para que puedan ingresar con vehículos no autorizados. La cantidad de preservativos que se observan diseminados por todos lados pone en aprietos a más de un padre ante la pregunta inocente de alguno de sus pequeños -en una oportunidad pude observar a una pequeña a punto de levantar uno, evitando su madre con un grito que lo hiciera-.

En el extremo noroeste, y por la desidia de algunos habitantes, se generó un basural que también está fuera de control. Como en el basural municipal, hay personas que rompen las bolsas de plástico para ver qué pueden recuperar; posteriormente esas bolsas quedan a merced del viento y, como el viento predominante es del oeste, son dispersadas por todo el parque... realmente da pena. El paisaje que se observa es similar al de las zonas aledañas al basural municipal, en el oeste de la meseta: patético y tétrico.

A corto plazo, es muy posible que tengan que comenzar a podar árboles porque éstos, con su altura, van a generar un riesgo en la línea de 132 Kv y en las de menor capacidad que alimentan las antenas (que cada vez son más). No nos olvidemos de que primero estuvieron los árboles; lo lógico sería que cada instalación que se fuera agregando posteriormente tuviera su estudio de impacto ambiental, ya que estamos hablando de un área protegida.

Aquellos a los que les interese, observen que bajo la línea de 132 Kv en todo su recorrido la altura de los árboles es levemente menor que en el resto del parque... ¿tendrán algo que ver las radiaciones electromagnéticas?

Por último, en mi nombre y el de muchos que estamos bregando para que el Parque Norte mejore día a día y se convierta en un emblema más de la ciudad, no mirando solamente hacia el río sino hacia las bardas, que también son hermosas, hago votos para que la nueva gestión municipal tome cartas en el asunto y baje directivas precisas. No permitan que tanto esfuerzo y dinero invertido se pierdan.

 

Félix Ángel Bracco, LE 6.071.496

Neuquén

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