BUENOS AIRES (Télam).- Dos hombres fueron detenidos ayer acusados de participar en el secuestro y asesinato de Diego Migueles, y uno de ellos, para desvincularse, relató que mataron al joven porque quiso escapar cuando la banda discutía si pedían más dinero como rescate, informaron fuentes policiales.
No obstante, voceros judiciales indicaron que uno de los sospechosos sólo aportó algunos datos sobre el crimen pero que esa información aún debe ser corroborada.
Por su parte, las fuentes policiales informaron que los datos aportados por este detenido, que no tienen validez judicial porque no fue en una indagatoria, permitió a los investigadores realizar allanamientos y determinar que hay otros dos partícipes prófugos, entre ellos el presunto autor material del crimen.
Un jefe policial explicó que antenoche recibieron a través del teléfono de emergencias 911 un llamado anónimo en el que revelaba el nombre y la dirección de uno de los supuestos autores del crimen en el barrio Ejército de los Andes de Ciudadela Norte, más conocido como "Fuerte Apache". Por orden del fiscal federal de San Martín, Jorge Sica, a cargo del caso, la Policía realizó ayer a la madrugada varios allanamientos y detuvo a dos hombres por el secuestro de Migueles y a un tercero por portación ilegal de arma que, luego, fue liberado, dijeron los informantes.
Según el vocero policial, tras ser apresado, uno de los detenidos confesó su participación en la captura aunque se desvinculó del homicidio al afirmar que uno de los dos prófugos fue el autor material del crimen. El sospechoso contó que a Migueles lo secuestraron "al voleo" en la localidad de Santos Lugares por el auto que manejaba, una camioneta Chevrolet Meriva último modelo.
De acuerdo a la fuente policial, el imputado contó que lo pasaron a un Volkswagen Polo gris que también fue secuestrado ayer a la madrugada en Fuerte Apache por la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de San Martín.
Siempre según el mismo informante, dentro de ese auto se generó una discusión luego de cobrar los 6.000 pesos que un amigo del cuñado de la víctima pagó en las inmediaciones de la cancha de Estudiantes de Buenos Aires, en Caseros. De acuerdo a la confesión, parte de la banda estaba conforme con el rescate, mientras que otros opinaban que había que pedir más dinero porque la familia de Migueles había pagado muy rápido.
En el marco de esa discusión fue que el secuestrado intentó escapar y fue asesinado a balazos por la espalda, según habría relatado el detenido. Sin embargo, el sospechoso aclaró que él estaba muy drogado y no participó del asesinato, sino que el autor material es uno de los dos nombres que le dio a la Policía y que aún están prófugos. Por su parte, el fiscal Sica tiene previsto indagar hoy a los dos sospechosos para ver si, en ese acto, el sospechoso que habló ante la Policía aporta datos formalmente en la causa.
En tanto, familiares y amigos de la víctima velaron los restos de Migueles en la funeraria "Molinari" de Santos Lugares. Al mediodía de ayer se realizó la inhumación en el cementerio de Pablo Podestá.
Allí, un cuñado de Migueles leyó una carta en nombre de la familia en la que pedían "Justicia", la detención y el castigo para los autores, colaboración de testigos que hayan visto algo y aclararon que desde un principio hicieron la denuncia del caso.
