HÉCTOR VELASCO

Ecuador ganó terreno diplomático ante Colombia al obtener la solidaridad regional, pero el apoyo de Estados Unidos le permite a Bogotá tomar aire y mantenerse firme en la crisis aun cuando quede a espaldas del vecindario.

"Ecuador parte con una posición firme y fuerte, que lo pone en ventaja frente a Colombia, porque en la región ha habido sensibilidad al tiempo que rechazó la agresión al suelo ecuatoriano", dijo Marco Romero, director de la Maestría de Relaciones Internacionales de la Universidad Simón Bolívar.

Tras la incursión militar en su territorio, Correa adoptó la drástica decisión de romper relaciones, emprendió una gira buscando el apoyo de los países vecinos de Colombia y tocó las puertas de la OEA. "Es una gestión diplomática directa, encabezada por el propio presidente de Ecuador, que ha logrado algunas declaraciones (de respaldo)", dijo el politólogo Simón Pachano. No obstante las manifestaciones de solidaridad, que van desde Argentina hasta Brasil sin contar con Venezuela, Ecuador todavía no arrinconó a Colombia, que recibió el espaldarazo de la Casa Blanca.

"Ecuador ha iniciado una inteligente ofensiva diplomática visitando gobiernos amigos, pero Colombia ha tratado de hacer lo mismo a través de diferentes canales que han apoyado su visión" contra las FARC, dijo Grace Jaramillo, directora del programa de Relaciones Internacionales de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales. "El gobierno de Uribe ve en este caso un triunfo militar reconocido por EE.UU, que va a tratar de reducir el impacto de cualquier decisión en la OEA que afecte a su aliado estratégico", opinó el de la Universidad Simón Bolívar. Los expertos creen que mientras cuente con Bush, Bogotá seguirá sin darle la razón a Ecuador, así ello la aísle dentro de Sudamérica. (AFP)