NEUQUÉN (AN).- La representación del cuerpo humano es el centro de atención de la sociedad moderna. Hay en el campo del arte, dos artistas españolas que dialogan sobre el cuerpo desde dos perspectivas radicalmente diferentes: la fotógrafa Isabel Muñoz y la escultora Maribel Doménech. La dupla se une en la exposición "La piel de los hijos de Gea" que se inaugura el próximo viernes, a las 21, en el Museo Nacional de Bellas Artes.
La muestra, comisariada por Amador Griñó, cuenta con 50 fotografías de Muñoz y tres esculturas de Doménech. Y está organizada por la Sociedad Estatal para la Acción Cultural Exterior de España (Seacex), el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación de España, además de contar con la colaboración del MNBA de Neuquén y de la Oficina Cultural de la Embajada de España en Argentina.
"La piel de los hijos de Gea" -un titulo sugestivo si se piensa en que Gea era una diosa griega que personificaba a la Tierra- ofrece dos miradas distintas sobre el cuerpo humano.
Por una parte, la visión de Isabel Muñoz, una fotógrafa barcelonesa testigo de la realidad, interesada en reflejar en sus imágenes su pasión por el cuerpo humano y el movimiento, y su dimensión plástica.
La mirada de Muñoz no es aséptica, tiene su propia concepción de la belleza. Para este proyecto seleccionó cincuenta trabajos fotográficos sobre los tatuajes de escarificaciones queloideas y pinturas corporales de las tribus etiópes. La elección se cierra con sus últimas producciones en platino color.
Maribel Doménech, en tanto, analiza el vestido como envoltorio de ese cuerpo, de esas formas que tanto le interesan y que tanto condicionan todas sus esculturas-segundas pieles.
La ocultación, el sonido, la luz, la introspección, el visto y no visto y el espacio alrededor del cuerpo, son los ejes fundamentales de la producción de esta artista plástica, donde lo que insinúa está constantemente presente a pesar de su ausencia.
Los vestidos elegidos para la muestra forman parte de una trilogía inacabada sobre el tiempo "tejer el tiempo", donde "el pasado, el presente y el futuro, se expanden o crean barreras atrapando la luz y oscuridad en una trama que envuelve, fija y ancla la levedad de la existencia", tal como explicó el comunicado de prensa sobre la exhibición.
Entre sus obras Doménech expone su vestido blanco "Como una habitación llena de luz" y el vestido negro "Para observar el mundo a cierta distancia".
Con todo, las artistas españolas coinciden en trabajar sobre los cuerpos y presentar sus obras a modo de formas, de espejos. Invitan al público a ver un poco mejor, a decir lo indecible que se oculta muchas veces detrás de las imágenes.
La muestra de fotografías (de gran tamaño) y esculturas (a modo de instalación) ya pasó por varios museos de Brasil (2007) y se expuso también en el Centro Cultural Recoleta de Buenos Aires en febrero de este año.
Ahora tendrá su espacio en el Museo de Bellas Artes neuquino, y compartirá la sala con la muestra de Quinquela Martín, según explicó el secretario de Cultura municipal, Oscar Smoljan.
Para su inauguración el viernes contará con la presencia de su curador Amador Griñó, destacado por coordinar la primera edición del "Encuentro entre dos mares Bienal São Paulo-Valencia" en 2007.
La apertura de "La piel de los hijos de Gea" suma agitación a las actividades propuestas por el MNBA para este fin de semana, que incluye la puesta en escena de la obra teatral "Todos los judíos fuera de Europa" prevista para el viernes a las 21. Tanto la obra como la exposición son de entrada libre y gratuita.
