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	La pelea empezó en Estados Unidos, entre España y Maipú, en inmediaciones del boliche Scombro. Participaron más de 50 chicos. Uno de los móviles policiales que resultaron dañados en medio de la brutal batalla campal.

ROCA (AR).-Todos tienen entre 15 y 20 años. Todos empezaron la noche del sábado de la misma forma: música, amigos, boliche y alcohol. Hasta que todo se descontroló. Son poco más de cincuenta jóvenes que en la madrugada del sábado protagonizaron una de las bataholas más violentas de los últimos años en Roca. Tanto, que al menos cinco policías resultaron heridos, un par de patrulleros terminaron con serios daños, hubo gritos, golpes, piedrazos y dos cuadras en las que, por un par de horas, reinó el todo vale. Todo terminó con 20 chicos detenidos.

Pero no fue el único caso: en Roca y Viedma esa noche hubo otras cuatro grescas violentas entre grupos de jóvenes, en plena noche. Una postal que ya empieza a ser habitual. (Ver aparte)

En Roca, el incidente más grave ocurrió después de las 6,35, cuando dos grupos de jóvenes -en su mayoría menores- salió del boliche Scombro, en Estados Unidos, entre España y Maipú. Los incidentes se habrían iniciado en el interior del local, pero no terminaron allí, siguieron en la vereda. Allí, ese enfrentamiento, que empezó con una decena de involucrados, fue tomando mayor dimensión. Según se informó, la mayoría de los protagonistas había consumido alcohol. Ante la imposibilidad del personal de seguridad del local de controlar la situación, se llamó a la Comisaría 3ª para pedir refuerzos y mediar en la pelea, que a esa altura, en la esquina del boliche, ya era una verdadera batalla campal.

En cuestión de minutos aparecieron dos móviles policiales, con un puñado de efectivos que intentaron intervenir en la disputa. Pero la aparición generó un efecto totalmente adverso, ya que los involucrados en la pelea se unieron y comenzaron a enfrentar a los policías, desbordados por la situación. Incluso algunos efectivos tuvieron que disparar al aire con sus armas reglamentarias para intentar dispersar a los agresores. Pero todo resultaba inútil. De eso estuvieron seguros los uniformados cuando una "lluvia" de piedras destrozó los vidrios de los dos primeros móviles de la Comisaría 3ª que llegaron al lugar.

Ante eso, inmediatamente se solicitó asistencia al personal de las comisarías 21ª,

31ª y del grupo Bora. A las 7,15, y una vez que la Policía se reorganizó en avenida Roca y Alsina, se generó el segundo incidente de gran magnitud, donde se rodeó toda la manzana que tenía como epicentro los incidentes. Ahí se detuvo a una veintena de jóvenes. En un momento, la cantidad de agresores superaba ampliamente el medio centenar. Los detenidos fueron trasladados a la sede policial, mientras que cinco efectivos tuvieron que ser asistidos por lesiones, en su mayoría de carácter leve. Ayer por la tarde sólo un menor quedaba alojado en una dependencia especial.