Analistas y ex negociadores de paz con las FARC destacaron la importancia del fallecido jefe rebelde y de la repercusión del ataque del Ejército colombiano.
La muerte de Reyes "claro que es un duro golpe a las FARC, cayó un pez gordo", pero "las FARC en ese sentido tienen claridad y seguirán moviéndose conforme a los principios de ellos y a sus estructuras... será reemplazado inmediatamente", dijo Lázaro Riveros, quien estuvo tres años durante el gobierno de Pastrana como negociador y conoció a Reyes.
Por su parte, el analista y columnista del diario El Espectador, Alfredo Molano, indicó que la muerte de Reyes "es un golpe muy importante desde el punto de vista de la inteligencia militar, eso es indudable. Ahora que esto sea un golpe definitivo, que marque el punto de quiebre (de las FARC), no estoy tan seguro, pero de todos modos el golpe es muy fuerte".
Expresó que también espera que "no haya modificaciones, que los programas, los proyectos, la estrategia de intercambio o de entrega de secuestrados continúe inalterable, podrá demorarse un poco más de tiempo, podrá ser un poco más complicada, pero ahí no hay que esperar modificaciones".
Fabián Marulanda, miembro de la directiva de la Conferencia Episcopal, dijo que espera que la de las FARC "sea una reacción sensata" y no emprendan represalias contra los rehenes.
En este contexto, Fabrice Delloye, ex marido de Ingrid Betancourt y padre de sus dos hijos, estimó que la muerte de Reyes no tendrá consecuencias para los rehenes porque descalificaría a la guerrilla. "No puede haber consecuencias, quiero decir si los rehenes son considerados como prisioneros de guerra".
"En ningún caso puedo pensar que la guerrilla pudiese tomar represalias contra los rehenes, pues quedaría completamente descalificada y siempre las FARC han dicho que los secuestrados son prisioneros de guerra", recordó. El ex marido de Betancourt recordó que "estamos en un proceso para tratar de liberar a los rehenes y para tratar de encontrar una vía para un acuerdo humanitario". Estimó asimismo que el número dos de las FARC había muerto en un acto de guerra y no le correspondía a él emitir un juicio sobre un hecho como éste. "Nadie puede felicitarse de la muerte de un hombre", agregó, considerando que esta muerte debía reforzar la búsqueda de soluciones humanitarias y pacíficas.
Por su parte, la Iglesia Católica colombiana instó a las FARC a iniciar de inmediato un proceso "serio" de paz con el gobierno de Álvaro Uribe. Tras la muerte de Reyes, "las FARC deben iniciar ya en serio un proceso de paz que ponga termino a esta larga pesadilla que ha vivido Colombia con el conflicto armado y que debe iniciar la liberación de los secuestrados", aseguró monseñor Fabián Marulanda, secretario de la Conferencia Episcopal colombiana. (AP y AFP)