Cuando ya no quedaba margen para seguir perdiendo goles y partidos, San Lorenzo se acordó de cómo era el camino a la red contraria. Anoche, en el Nuevo Gasómetro venció 3-1 a Estudiantes y volvió a sonreir.
Roberto Sensini arriesgó el liderazgo al decidir jugar en el Nuevo Gasómetro con diez futbolistas habitualmente suplentes y el arquero Mariano Andujar como único representante del once titular. Esta formación se aferró de manera prolija al libreto táctico que le escribió el entrenador, pero careció de calidad futbolística, en parte por la falta de rodaje de esta inédita combinación de individualidades.
Sin embargo, la mejor jugada colectiva fue de Estudiantes. A los 3 minutos, el "Pincha" agarró a un San Lorenzo descompensado tras un córner mal interpretado, lo atacó a toda velocidad con Lucas Wilchez, quien descargó hacia la izquierda para Cristian Bogado, pero el remate cruzado del delantero, apenas ingresado al área "azulgrana", se fue desviado por poco.
¿Y San Lorenzo? Poca claridad e ideas confusas, pero muchas ganas, esas que le permitieron a los 12 minutos terminar con el mal de goles que sufre durante 2008. Adrián González, a través de un tiro libre desde la derecha del ataque local le dio el triunfo en el primer tiempo al "azulgrana".
La segunda etapa comenzó con un San Lorenzo dominador, pero como ocurrió en en primer tiempo, el gol le llegó al equipo dominado y esta vez fue Estudiantes que, con un cabezazo del recién ingresado -y debutante en Primera- Mauricio Carrasco. El empate no le duró demasiado al "Pincha": otro golazo de Adrián González, esta vez con un disparo desde la derecha a la salida de un lateral, y Santiago Hirsig, tras una jugada polémica que protestó todo Estudiantes, le dieron el triunfo definitivo a un San lorenzo que pudo llegar al gol y que respira aliviado. Estudiantes, en cambio, se cayó de la cima, un lugar que ahora habita Vélez en soledad.