Sábado 01 de Marzo de 2008 Edicion impresa pag. 27 > Sociedad
Por la regionalización del transporte

NEUQUÉN(AN).- En el "Día del Transporte Automotor", la empresa de colectivos Indalo hizo un balance luego de prestar el servicio público urbano en la capital por diez años.

El primero de diciembre vence el contrato de concesión, y ante una posible regionalización del transporte su vocero se mostró mesurado.

"Tenemos ganas de seguir, pero hay que saber cuáles son los requerimientos que tiene cada municipio, no nos podemos comprometer y esperar a que el sistema colapse", dijo Ismael Infante gerente de marketing de Indalo.

Según las cifras de la compañía, el promedio de pasajeros de lunes a viernes está entre los 58.000 y 62.000, sin contar los escolares que suman alrededor de 15.000.

La flota se renovó en un cuarenta por ciento en el 2006/2007 y cuenta en la actualidad con 111 unidades.

En total trabajan para la firma con origen en Comodoro Rivadavia 300 choferes para 24 ramales, considerando las líneas A y B, a las que se agregó en noviembre del 2006 el interurbano Neuquén-Plottier conocido como "Mixto" y un urbano para la vecina localidad.

 

La renovación

 

En 1998, cuando Indalo comenzó con el servicio, no había una demanda importante en la ciudad, es por eso que optan por los coches chicos que representan un menor costo. La crisis del 2001 provocó una caída que recién en el 2002 pudo superarse hasta llegar a los niveles actuales.

Respecto de los subsidios estatales, Infante aseguró que "después del 2001 los precios se triplicaron, especialmente los insumos". Y siguió: "Si bien se avanzó con el asfaltado el sesenta por ciento de los recorridos son por calles de tierra".

Los cuestionamientos de los usuarios al servicio apuntan a que "no se cumple con las frecuencias", "se viaja parado a cualquier hora" y que "los coches están en mal estado y te dejan varado". Por otra parte también los pasajeros denuncian que "los colectiveros suben gente sin medir el peligro que significa llevar a alguien prácticamente colgado en la puerta".

Infante reconoció los reclamos y afirmó que están trabajando en soluciones. "Sabemos que queda gente a pie y tratamos de ayudarnos con los refuerzos para evitar que se armen esos cuellos de botellas", sostuvo.

El directivo de la empresa de los colectivos rojos añadió que algunos choferes manifestaron que había habido quejas por el nuevo mecanismo de las tarjetas inteligentes por su lentitud.

Las obras que se están haciendo sobre calle Mitre también retrasaron en diez minutos las frecuencias, además de causar inconvenientes a los usuarios ya que fueron retiradas todas las paradas que estaban sobre Mitre. Recién se puede esperar el colectivo en el Parque Central.

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