Una inoportuna llamada al celular del ex subjefe de la cárcel de Olmos, Diego Borba, permitió demostrar que mentía cuando afirmó que estaba junto al ex comisario Alfredo Fanchiotti, condenado por la muerte de dos piqueteros en el 2002, a sólo 30 metros del penal.

El reporte de la compañía de comunicaciones ubicó a su aparato en City Bell, localidad de La Plata distante a 15 kilómetros de la unidad penitenciaria. Borba, junto al ex jefe de Olmos, Jorge Suárez, fueron imputados por los fiscales Marcelo Martini y Javier Berlingeri por los delitos de incumplimiento de los deberes de funcionario público y facilitar la evasión de presos. Ambos permitieron la salida de Fanchiotti, condenado por el asesinato de los piqueteros Darío Santillán y Maximiliano Kotseky, del penal de Olmos "sin autorización judicial".

Borba había declarado que personalmente acompañó a Fanchiotti a una salida para comer un asado en un taller cercano a la unidad y que dispuso tal permiso, porque entendía que el ex comisario "estaba deprimido". Martiny y Berlingeri, además de solicitar el procesamiento, dieron por cerrada la causa y pidieron al juez de Garantías Juan Pablo Massi la elevación a juicio oral. Los fiscales dan por probado que Borba acompaño a Fanchiotti a cenar, pero no cerca de penal sino a una vivienda de City Bell propiedad del ex juez de Neuquén Rolando Lima, detenido junto a Fanchiotti.