Sábado 01 de Marzo de 2008 > Nacionales
Cristina Fernández inauguró un nuevo período en el Congreso
En su discurso -en tono espontáneo y coloquial- , la presidenta no hizo referencia a la inflación ni al conflicto con la pastera Botnia. Aprovechó para hacer anuncios y defender el modelo económico. Atribuyó la crisis energética a un problema regional y mundial y reafirmó la soberanía sobre Malvinas.

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner propuso hoy avanzar en un "Acuerdo del Bicentenario", que incluye consensos sobre el área económica nacional y regional, de infraestructura, energía, educación y desarrollo social, al abrir el 126 período de sesiones ordinarias del Congreso nacional.

La primera mandataria omitió hacer referencias en su discurso -que pronunció nuevamente sin lecturas durante una hora y 13 minutos- a la inflación y a las papeleras y, en el tema seguridad, otro de los grandes problemas que enfrenta la Argentina, responsabilizó a la acción de la Justicia por la inseguridad del país.

El denominado "Acuerdo del Bicentenario" que propuso Cristina Fernández ante la Asamblea Legislativa -en la que se notó la ausencia de su marido y ex presidente, Néstor Kirchner- también incorpora la meta de "llegar al 2010 con un dígito de pobreza".

La presidenta aprovechó para realizar una serie de anuncios como una línea de créditos para las pequeñas y medianas industrias a través del Banco Nación, un programa educativo para adultos con el fin de completar la instrucción primaria y secundaria, así como un plan de atención a los casos de cardiopatías congénitas infantiles y el retorno del sistema de salud escolar.

Realizó una defensa del gobierno de Kichner y apuntó que piensa continuar por la senda de "un modelo de acumulación de matriz diversificada e inclusión social", como lo calificó. "Venimos de una Argentina volátil, de un pasado volátil", señaló, pero indicó que de seguir con el nivel de crecimiento económico, como el registrado en los últimos cuatro años y medio, "habremos completado en toda nuestra historia el mayor período de crecimiento".

También, hizo un llamado de atención a la banca privada y exhortó a que deje de dar solo crédito para el consumo y en cambio tenga líneas crediticias para la producción. En ese sentido, advirtió que si "los bancos privados se resisten como hasta ahora" ese tipo de ayudas a los microemprendimientos y Pymes se harán vía Banco Nación, con respaldo de las reservas del Banco Central.

En otro tramo de su discurso, Cristina instó a los docentes a buscar "nuevos instrumentos" de reclamo en lugar de la huelga, pero aclaró que en la última paritaria los gremios del sector aceptaron garantizar los 180 días de clase anuales.

La presidenta se refirió al tema energético, pero aclaró que se trata "de un problema regional y mundial", y afirmó que la solución al tema pasa por la integración del MERCOSUR y la incorporación al mismo de Venezuela, a la que despegó de una cuestión de "simpatía personal o amiguismo", sino "para cerrar la ecuación energética". Tuvo, en ese sentido, un párrafo para Brasil, cuando pidió comprender el problema de las asimetrías entre ambos países, pero declaró tener confianza en que el tema de lograr "un equilibrio en la balanza comercial" y "tener un mayor grado de complementariedad de todas las industrias".

La primera mandataria -quien fue interrumpida en más de una treintena de ocasiones por aplausos- volvió a mencionar el tema de la soberanía de las Islas Malvinas, y puso especial énfasis en pedir "al Reino Unido a dejar llegar en avión a las islas" a los familiares de los caídos en el conflicto bélico del Atlántico Sur.

En referencia a la cuestión económica, propuso avanzar en "acuerdos sectoriales" y puso de relieve la facultad del Estado para "investigar la cadena de valor de los precios". "Podemos sostener precios internos que permitan calidad de vida a nuestra sociedad y a nuestro pueblo y al mismo tiempo con fuerte saldos exportables", afirmó al hablar de los acuerdos por sector cuando aclaró todos tienen que ceder algo. Entre los desafíos del bicentenario habló de bajar "la pobreza a un dígito" y llevar "al 5% por ciento la desocupación", lo que se considera una situación de pleno empleo.

Por último, reclamó acelerar los juicios por violaciones a los derechos humanos y a la Corte Suprema controlar las tribunales inferiores, al tiempo que se refirió al tema de la inseguridad y proclamó la aplicación de las leyes.

La presidenta hizo un discurso espontáneo y un tono coloquial, que fue apreciado por propios y extraños, aunque las críticas de la oposición se centraron en la no mención de temas como la inflación o que haya inscripto en tema energético en una problemática general sin marcar puntos locales, entre otros aspectos.

En el auditorio estuvo el gabinete nacional en pleno, jefes militares, dirigentes sindicales (Julio Piumatto, Hugo Yasky, Omar Viviani, Víctor Santamaría), Estela de Carlotto (Abuela de Plaza de Mayo), el piquetero Luis D' Elía, y de la familia presidencial solo estuvieron su madre Ofelia Wieldheim y su hermana Giselle.

Fuente: DyN

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