Una gruesa capa de humo en suspensión se hizo visible desde San Martín de los Andes, proveniente del incendio de Lolog y naturalmente arrastrada por los fuertes vientos.
El hecho llamó la atención de residentes y turistas, y muchos confundieron el cielo negro con la supuesta presencia de una tormenta veraniega.
Pero el caso es que se trataba de un humo espeso, que virtualmente opacaba el horizonte hacia el noreste de la ciudad.
No hay riesgo
En cualquier caso, la Dirección de Defensa Civil del municipio llevó tranquilidad a la población, advirtiendo los alcances del fenómeno y el hecho de que -de momento y según el sitio donde se desarrolla el incendio-, no hay vidas humanas en riesgo.
El siniestro está ubicado a unos 12 kilómetros al noroeste de San Martín de los Andes, en línea recta.
Pero la distancia no es crucial en este caso, sino la morfología del terreno y el conjunto de los accidentes geográficos, como el mismo lago Lolog, ahora afectada por el incendio.
De allí que las autoridades estaban convencidas de la imposibilidad de que el fuego avance hacia San Martín.