SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Al alegar en la causa en la que David Omar Ruiz Casquino está acusado de matar a su ex concubina de 39 puñaladas, el fiscal de Cámara Carlos López desechó por la duda la agravante del ensañamiento, pero también descartó que el acusado haya cometido el homicidio actuando bajo las circunstancias atenuantes de la emoción violenta, que luego expuso la defensa.
"La emoción violenta no está para premiar a los intemperantes, no es un premio a la irascibilidad", insistió López, al afirmar que Ruiz Casquino tuvo el control de los hechos y concretó la amenaza que antes había manifestado.
Después pidió el máximo de la pena prevista para el homicidio simple, 25 años, e hizo referencia a los tres hijos en común de la pareja, y a la circunstancia de que "la falta de papeles" que legalicen la unión favoreció al imputado en esta ocasión, dado que si estuvieran legalmente casados la pena sería de prisión o reclusión perpetua.
La norma también prevé la imposición de pena de uno a tres años de prisión o de tres a seis años de reclusión a quien matare a otro en estado de emoción violenta y que las circunstancias hicieran excusable. Y esta fue la figura a la que se abrazó el defensor oficial Gustavo Butrón al reseñar las molestias que le ocasionaba al acusado la víctima, María Belén Zúñiga, y pedir para su asistido una pena de sólo cuatro años de prisión.
El fiscal López anticipó que ante la certeza sobre la materialidad y autoría del hecho debía centrar sus argumentos en torno a la responsabilidad penal y la calificación del delito, que llegó a juicio como "homicidio calificado por ensañamiento", y rescató las declaraciones de las dos testigos presenciales, y que el hecho haya sido cometido al aire libre.
El fiscal fijó el hecho en la madrugada del 21 de julio de 2007, cuando la víctima concurrió al domicilio del imputado para recoger a sus hijos de 4 y 6 años, a quienes había ido a buscar tres horas antes, y a quienes el imputado habría prometido enviar en un taxi.
López recordó los testimonios que consignaron que la víctima comenzó a pedir auxilio cuando advirtió que Ruiz Casquino estaba armado con un cuchillo, y que a continuación el hombre le aplicó tres heridas cortantes en las manos y cinco en los brazos, otras tres heridas en el rostro, tres en el abdomen, veintidós en el tórax y tres en el cuello, una de ellas mortal, porque le seccionó la arteria carótida.
El defensor insistió en que no se trató de un homicidio planificado, en que su pupilo sufrió un trastorno mental transitorio y en que se desbordó y no pudo controlar sus acciones porque sufría una disminución en la comprensión. Habló del "conflicto enfermizo" que enfrentaba a los protagonistas del drama, y al acoso en su ámbito privado y laboral a que lo sometía la víctima. La sentencia se dará a conocer el próximo 12 de marzo.