BAGDAD (AFP).- La ofensiva militar de Turquía contra los separatistas kurdos en el norte de Irak terminó y las unidades involucradas regresaron a sus cuarteles, informó ayer el ejército turco, que sin embargo amenazó con volver a cruzar la frontera en caso de necesidad.
"Los objetivos fijados al inicio de la operación fueron alcanzados y nuestras fuerzas (...) regresaron a sus bases el viernes por la mañana", tras ocho días de combates, indicó el estado mayor turco en un comunicado.
Al menos 240 guerrilleros del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, separatista), así como 27 militares turcos perdieron la vida en los enfrentamientos, de acuerdo con el balance turco de la incursión.
La operación, iniciada el 21 de febrero, no neutralizó al PKK, pero permitió "demostrarle que el norte de Irak no es un santuario", añadió el comunicado.
No obstante su retirada, el ejército turco amenazó entonces con volver a cruzar la frontera, si lo considerara necesario.
Ankara seguirá "vigilando de cerca" las actividades del PKK y "no permitirá ninguna amenaza contra Turquía desde esa región", afirmó ese texto. "La lucha contra el terrorismo se proseguirá con determinación, dentro y fuera de Turquía", agregó ese comunicado.
Más tarde, el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, pidió a Irak que coopere para erradicar a los independentistas kurdos del norte iraquí para que su presencia "no perjudique nuestras relaciones" pues además son "un factor de desestabilización y una amenaza en la región".
"Turquía e Irak deben trabajar juntos para terminar con este problema, no hay otra vía", afirmó Erdogan en un discurso televisado. Ankara anunció el fin de la ofensiva luego de que Estados Unidos acentuara el jueves su presión. Sin embargo, el ejército turco aseguró que el repliegue fue decidido sin ceder a "ninguna influencia externa o interna".
El presidente estadounidense George W. Bush y su secretario de Defensa, Robert Gates, que estuvo en Ankara, llamaron al gobierno turco a poner fin a las operaciones "lo más pronto posible". "Los turcos deben actuar rápidamente, para lograr su objetivo y luego salir (...)", dijo Bush. Estados Unidos brindó informaciones en tiempo real al ejército turco sobre los desplazamientos de los separatistas, aunque temía que una operación larga derivase en un conflicto entre Turquía y los kurdos de Irak, sus dos aliados regionales.