Viernes 29 de Febrero de 2008 Edicion impresa pag. 40 > Sociedad
Creen que el chico desaparecido pudo haber sido víctima de violencia

CIPOLLETTI (AC).- Los investigadores sospechan que el nene de 7 años que desapareció hace casi diez días en una chacra ribereña de Cipolletti, podría haber sido víctima de algún hecho violento. La presunción surgió luego de la declaración de dos jóvenes.

Si bien la hipótesis central sigue siendo que el pequeño podría estar en aguas del río Neuquén o más abajo, en el Negro, también continúan los rastrillajes por tierra para poder encontrar al menos un indicio que permita hallarlo.

Alexis Porco fue visto por última vez el lunes 18 cuando se quedó a la orilla del Neuquén, en la zona denominada La Llanada, mientras su papá fue a realizar unas tareas en la chacra a pocos metros. En un principio se informó que el niño estaba solo aunque después trascendió que, junto a él, estaban dos jóvenes, uno de ellos menor de edad.

En su primera declaración ambos aseguraron que sólo lo habían visto, aunque tres días después el más chico "se quebró", dijo uno de los investigadores. "Contó que lo vieron cuando se metía al agua donde desapareció", agregó.

Según fuentes consultadas, los jóvenes -conocidos de la familia del nene- habrían dicho que no declararon eso antes porque tenían temor ya que hacía poco tiempo que estaban en la región. Este detalle llamó la atención de los investigadores que no descartan que el niño haya sido víctima de un hecho violento.

"Nuestro principal objetivo es encontrarlo. Hasta que eso no suceda no vamos a poder determinar nada", aseguraron los investigadores consultados.

Los primeros datos que se conocieron del caso orientaron la búsqueda en el río, teniendo en cuenta de que el papá encontró las ojotas y la remera de su hijo en la orilla y que en el agua había un trozo de cáscara de sandía, que era la fruta que estaba comiendo Alexis. Esto fue cerca de las 19.

Se creía que el nene "podría haber caído" al agua. La presunción se alimentó cuando los perros rastreadores, tras olfatear las prendas, "iban de la casa a la orilla del río y no se movían de allí". Sin embargo el testimonio de los jóvenes abrió otra línea en la investigación.

El sector del río donde desapareció el menor es como una laguna, pero en apenas tres o cuatro metros se torna mucho más profundo y hasta hay un pozón de unos seis metros. A los investigadores les llama la atención que el cuerpo no aparezca teniendo en cuenta la escasa correntada del lugar.

En la búsqueda seguían trabajando ayer buzos de Protección Civil del municipio y policías de la comisaría 32.

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