Viernes 29 de Febrero de 2008 Edicion impresa pag. 40 > Sociedad
El incendio fue intencional y está preso el padre
Es sospechoso de haber prendido fuego la casilla donde estaban sus hijos. Los restos de Jonathan y Oscar fueron enterrados ayer por la tarde.

NEUQUÉN (AN).- El incendio de la casilla en la que murieron calcinados los pequeños Jonathan (de 5 años) y Oscar (8) González fue intencional y desde ayer por la tarde está detenido el padre de los chiquitos pues los investigadores encontraron restos de combustible que lo relacionarían con el siniestro en la toma Bella Vista.

El detenido es Daniel González, de 41 años, el padre de los cuatro hijos de Victorina Catalina Pérez, de 30, de los cuales se salvaron el más pequeño -de 3 años- y el mayor, que se llama como su papá, de 12 años.

El hombre está separado de Victorina quien ha radicado muchas denuncias por violencia familiar. Fue escapando de González que Victorina llegó a la toma Bella Vista, uno de los rincones más pobres de la capital neuquina. Allí levantó su casilla y sobrevivía con sus cuatro hijitos.

Una alta fuente judicial confirmó que ayer a las 16 el juez Marcelo Muñoz -titular del Juzgado de Instrucción 3- ordenó la detención de González quien a poco del hecho fue demorado por efectivos de la comisaría 18.

En esa línea se supo que hay elementos relacionados con el combustible que se usó para quemar la casilla que relacionan al sujeto con el atentado que provocó la muerte de los dos pequeños.

Ayer a las 18:30 los pequeños fueron sepultados en el cementerio del barrio El Progreso.

El cortejo fúnebre llegó a las 18, cuando la temperatura oscilaba los 34 grados y los pocos árboles del cementerio no alcanzaban para darle fresco al centenar de personas que llegó a despedir a los pequeños.

Fueron casi todos los vecinos de Victorina Pérez y de sus cuatro hijitos, algunos en auto, otros en bicicleta y una treintena a bordo de un colectivo de la empresa Indalo, que fue solicitado por la comisión vecinal y solidariamente se prestó para acompañar a los coches negros.

"Es jodido esto, me tocó cuando se quemaron los pibes del (barrio) Parque Industrial (en noviembre del año pasado) y me tocó ahora, qué le vamos a hacer, ves un cajón y otro y otro y todo por el fuego y no lo podés creer", comentó el chofer del colectivo. Y es verdad: es tenebrosa la combinación de fuego y pobreza aunque hiela la sangre el solo pensar que alguien lo hizo propósito.

Victorina Pérez llegó 15 minutos más tarde, apoyada en los brazos de sus familiares y junto a su hijo Daniel (de 12) el chico que se salvó el miércoles a la madrugada cuando la pequeña casilla se transformó en el mismísimo infierno.

Victorina pidió "justicia" y soportó ahogada la despedida de los pequeños féretros. La mujer baja, muy delgada y aparenta ser mucho mayor. Había llegado a Bella Vista escapando de las golpizas y abrazada a lo mejor que la había dado su vida: sus cuatro pequeños.

En medio del dolor la gente le dio consuelo al pequeño Daniel, quien se quemó pero se salvó y pidió dejar el hospital para despedir a sus hermanitos.

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