CIPOLLETTI (AC).- La intolerancia volvió a mostrar su peor cara, al mostrarse en un ámbito vinculado con la educación y formación de los jóvenes y adolescentes. En un ataque de furia incontrolable, la madre de una alumna golpeó hasta romperle el labio y lastimarle toda la cara a una profesora porque desaprobó a su hija. No conforme con la agresión, la amenazó de muerte si radicaba una denuncia.

La brutal agresión se produjo en el CEM Nº 17 durante la mañana de ayer.

Allí la profesora Irly García estaba tomando el examen de Química a un grupo de alumnos junto a unos colegas.

Cuando la mesa había finalizado y los docentes se aprestaban a pasar las notas de los alumnos al libro de actas, apareció una mujer con su hija para pedir explicaciones del desaprobado que había recibido la chica.

Sin aceptar las explicaciones, la madre de la alumna, de apellido Aravena, le aplicó un fuerte golpe de puño a la profesora, rompiéndole el labio.

"Me pide explicaciones de la nota y se las estaba dando con mucha tranquilidad. En ese momento me dio un golpe tremendo en la boca que me tiró para atrás y quería seguir pegádome. El profesor que estaba en la mesa la agarró y logró sacarla del aula. No entendíamos nada, fue una locura", relató García.

Parecía que ya había pasado la furia y entonces el profesor fue en busca de la directora para ponerla al tanto de la situación.

Pero, aprovechando el descuido, la mujer volvió a ingresar al aula, empujó a la profesora contra las sillas, ésta cayó al piso y allí volvió a atacarla con golpes de puño y patadas.

Advertidos por los gritos, el resto de los docentes acudió en defensa de García quien estaba tirada en el piso.

"Pensé que me mataba, estaba enfurecida. Me decía que estaba en contra de su hija. El problema es que con esa materia repetía, pero ese es un problema de la alumna. Me siguió insultando y me dijo que si hacía la denuncia, me iba a matar", relató la docente.

Unos minutos después, personal de la Comisaría Nº 32 se hizo presente en el lugar y trasladó tanto a García como a la agresora hasta el destacamento policial.

Lo que llamó la atención es que ambas mujeres radicaron denuncias. La profesora por lesiones y amenazas, y la madre también por amenazas.

La agresión generó muchas voces de repudio entre los docentes porque dicen que constantemente están expuestos a agresiones, sobre todo verbales, no sólo de los padres sino también de los mismos alumnos.